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viernes, 7 de diciembre de 2018

LOS POEMAS DE DICIEMBRE

YO ERA PURO FUEGO Y ARDÍ

Yo era puro fuego y ardí
y ahora soy lo que digo y antes era lo dicho
pero nunca fui la canción que otros cantan
ni vibró mi sonar en las bocas de otros,
alcancé todo aquello que podía alcanzar
y lo que nunca jamás estuvo a nuestro alcance
ni al alcance de nadie:
mística, sueño, reloj del cosmos, compasión,
tejido de música, diadema de gloria,
transfiguración de aquello que nunca ha sido,
lupanar del pasar a la par,
sortilegio de los ojos cerrados,
Casiopea se opera,
sifilítico Sísifo.

ALGÚN DÍA LEERÁN MIS POEMAS HASTA LOS CIEGOS

Algún día leerán mis poemas hasta los ciegos,
el milagro está hecho.
¡Cómo se puede estar tan loco,
exclamarán ya todos!
Pero no era lo que quería o a veces sí,
pero no era lo que buscaba o a veces sí
o a veces no
o a veces sí
o a veces si y también a veces no
cuando a veces da igual
y a veces importaba.
Algún día leerán mis poemas hasta los ciegos,
no sólo porque aquí quede dicho.

SEMIDIOSES SENSIBLES

Lo repulsivo pasivo y su traza,
la estrategia hacia el bar de la calle y su soma,
la rápida configuración celeste que nos hace avanzar,
en los setenta con tu pana azul,
en los ochenta con tu chupa de cuero,
en el año dos mil con tus Nike
y casi veinte años más tarde con tus botas camperas
y los tejanos desgastados.
Los designios que sentencian y combinan,
las fuerzas de la luz,
los caídos en la oscuridad,
la lucha por la vida.
Las personas que pescan en un río podrido.

FARSAS GASTADAS

Perdurar por el ancho de la Tierra,
cobijo y relumbrón de fama merecida
a la caída de una tarde sin fin
y dejar a la farsa gastada morir.
Nada es permamente,
entre la gente llana nos movemos
y entramos a gastar en los negocios de otro
dónde la propia valía es expuesta
y nadie entiende por qué te mueves así.
Cabezas de madera que lloran
mientras sus ideas patinan a Dios,
viejos barcos desconchados
de un musgo gris que se mete en los ojos,
tal cual el calendario de los flojos
cuando ya no vas a cambiar.
Las mujeres se suben los pantalones
y al final viajamos a Marruecos.
Manos de la impaciencia con quién
cerveza negra menos tú
y la colcha que pesa en la noche
de persianas cerradas cuando sabes
sonreír para los que ves
mientras a lo lejos estamos todos
como pequeñas ovejas trasquiladas
y de otra manera en la calle
todo parece saciarte más que en tu casa.
El columbario rosa cuál de todos
y tus amigos camareros
pero sin la culpa ni los trenes
ni las cremas de las miradas.
El desprecio que no entiendes,
las pisadas que desaparecen
y para gustos los colores
y además frases hechas
para evitar la pamema de pensar
con el alma sentada de culo
apretando sus pies descalzos
y la mirada calva.
Ya los finales deslomados y vemos
y la mesa dispuesta incluso para bailar encima.
Dejar de buscar mujeres en el aeropuerto,
las luces de la noche ya son otras
y escuchas que se arrima una forma
pristina de la mañana
y lo puedes contar cuando quieras
pero va a dar igual.
El verano en que estuviste morenito porque quisiste
ha sido hace más de veinte años
y ahora te acuerdas en un bar y te sonríes solo
como el pobre desgraciado que has sido
haciendo de pensamientos tontos tus poemas
que encima les gustaban a la gente
y todo lo que deja la mente extraña tiene una cara
que quiere saber algo de ti.
El trayazo de las palabras ya no te ocupa
pero no pasa nada.
La gente pide rape en el comedor
y a ti te aprietan los zapatos.
Respiras un poco más
como toda la vida
y sucede.

MOSENS

Toma tranquilo ese trago de vino
y luego mira la física destacar en las armas y las caderas,
contempla los maravillosos dominios del Principe de Éste Mundo
y entrega tu sabiduría hecha papilla a la trituradora
y el descansar será para los días con mar
y las sábanas estarán revueltas mucho tiempo en tu casa.
Marte en Aries no es Marte en Piscis,
la guerra asoma ya pero estalla en enero
y tú ya has encontrado tu licor amarillo destacado
desde el día al que el mundo llegamos.
Agasajados entre coronas de plata por todos lados ves su putrefacción,
dentro y detrás de lo que has hecho muy bien y lo que baña la oscuridad,
genial en ninguna parte.
Centenarios cómo árboles nuestro futuro encontraremos
para los hombres santos que darán saltos de alegría
hasta el momento en que las ideas no se enseñan, se saben.
Hasta el momento de conocerlo todo por ciencia infusa.
Yo en vano estoy esperando un lugar interesante
en el que existir sin más y sin contrarios,
el que he existir en el que hemos sido de vuelta
cómo pequeñas semillas felices.
Metidos en otro mundo.

EL ESTADO DE LAS ENSOÑACIONES

Así cómo el poema tiene aquella magia luna de los hierofantes,
todo lo que asombra se espasma en sus contrarios en un pequeño círculo,
hora nona que queda en las esferas superiores
abriendo una capa de luz.
Niño en su caja de madera
vierte sus cauces en una pesadilla obscena,
la tarima de los huesos se tambalea y renuncia
lo que se asemeja y se desprecia y lo que se ensalza,
los cretinos crecidos van entremezclando sus colores en las aguas profundas,
arista del atardecer,
cuerda que desciende,
en un lamento embriagador
lo que la llama absorbe, lo que la llama seca,
los mismos baúles,
los mismos silencios entre los juegos de construcción,
hacerse viejo de una vez y para siempre.