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jueves, 30 de enero de 2020

RELATO SURREALISTA

Con micropasos en la alcancia perfumada salí de mí para ser yo y me esperaba el trapo de lo que soy reunido con las calabazas del primer tedio, aquellas que daban forma a mi osamenta en la primera luz del día, pero todo sin consecuencias. Después los ojos metidos en los ojos me devolvieron a una forma que era una forma de luz y caminé por el primer monasterio y vi la forma de piedra que se había creado en Austria por mi imaginación y luego comprendí que no existía pero luego no podía recordarlo. Jugué a los balones medicinales con doce años y luego retorné a ser yo y en las peceras de las escamas había una sed de ser pez que se parecía a mis amigos que habían nacido peces pero sólo funcionaba en mi imaginación, por lo demás la cola de los pianos de cola y los pianos de cola sin cola y sin instrumento, las teclas medidas que se hacían días y los días que se hacían música. Formentera era una isla y lo sabía pero no lo sabían aquellos con los que no podía estar y de repente llegó el instrumento y el instrumento era una música pesada. Con un casco hecho con un orinal me fui recogiendo monedas obtusas con la cara de mi nombre que no me reconocían y que hablaban por ellas, era otra plataforma petrolífera la que había alcanzado con mi barco hecho de piruetas.
Permanecí fiel a mí mismo y luego permanecí fiel al que no era yo mismo y luego permanecí fiel a los dos y luego permanecí fiel a ninguno y aprendí mucho y yo era tal y cual y Fulano y Mengano y luz de mediodía y medidor de los astros.
Mientras cansado las camareras me ponían ojitos y otras me daban conversación yo me sentía cada vez más solo, mi cabeza era de hueso, podía asegurarlo mientras controlaba los números que salían de mi mano, pero ya sin arroz.
Vinieron a mí los hijos de Ismael y los hijos de Ezequiel y con ellos jugué a las canicas y luego las canicas se convirtieron en mundos y luego los mundos se convirtieron en ojos y los ojos de los mundos de las canicas miraban a los hijos de Ezequiel y a los hijos de Ismael hasta el fin de sus días que eran prósperos, con comerciantes de prendas de lana.
Y llegó el fin del mundo y del cine mudo pero tú sólo pensabas en progresar.
Y el terruño sacó sus patas como arañas y las arañas traían las cenizas con su canasta de pájaros muertos y así empezó la guerra civil, pero tú estabas viendo la tele.
Los muñecos dieron cabezadas contra tus brazos y tú los acogías y nunca más dijiste en sus brazos y los demás hacíamos como si te comprendiéramos.
Paranoyas no.
Estiramientos de brazos cruzando las piernas abrazando el mundo en flexión de la columna lumbar, para no ser unas nenazas y todo lo demás, nos ponemos bocabajo y nos inquietan las sardinas y las fotos experimentales y las apreciaciones externas que se mantienen y no nos alivian porque son de otros, pero no son del recto.
Han venido unas mujeres a reeducarme poniéndome unos sellos, pero con los pies en el suelo. Has devuelto un libro a la galerna rápidamente.
Las manzanas ruedan con sus caras de pelotas, el precio que ahora tienen que pagar.
Somos la sal del mundo y luego somos la pimienta del mundo.
Y ahora que somos la sal y la pimienta, aprovechemos a pintar un cuadro en el que no nos movemos.
Cuida la maquinaria feliz.




miércoles, 29 de enero de 2020

LUZ DIFUMINADA QUE ABRE UNA BRECHA EN LA QUE ATURDIRSE HOY

LUZ DIFUMINADA QUE ABRE UNA BRECHA EN LA QUE ATURDIRSE HOY

La estancia fría y doblegada sobre el espectro invernal
que acecha sobre el niño que se vuelve pájaro
sobre lo que dormita el silente cabestro que se anima con el desodorante
y el que da espacio a las sombras ante su plato de espaguetis,
vaso de leche luego y vientre mejor
después la alcoba permuta al calor de la estufa para echarse la siesta,
cuatro retratos al carbón
y el rey cinéfilo escaldado con su plato de sobras
en los días de su vida,
en los que representa una cara de mono que merienda Nocilla,
y el contubernio de las voces que te sigue detrás,
la guillotina de plástico que de nada nos sirve,
las zapatillas de cartón que pisan plastilina,
los aviones de una sola ala en los que soportar
un carisma interior de la cabeza que se aneja de la oscuridad,
canicas que se cuadran en los puzzles diseminados,
soportables íntimos y adivinanzas de colores,
sopas de ajo con lentes de contacto,
lupanares de mujeres morenas con la ropa esparcida,
ortigas de cal en consentida fama que las atrapa,
ojos en la rodilla que rodando te representan,
luz difuminada que abre una brecha en la que aturdirse hoy
con la ropa de la esclava,
con la diadema rosa que decora una cara de broma,
los monigotes bailando metidos en tus ojos,
salutationes en los libros azules que se despejan,
filamentos para las fábulas con plomo y daga dentro del espejismo
del tiempo que se hacía un proyecto que por nombres te llama,
lamentos para perdurar,
ensalada de gritos,
vocablos de la verbosidad que ya no conocemos,
llegar hasta la página final
y llegar al final de la página.




ES LA HORA QUE PIDEN LOS LOCOS

ES LA HORA QUE PIDEN LOS LOCOS

Estefanía en el pedestal

1

La verdad, mecanismo sofisticado por de pronto
Con piel fina saturada de larvas
Se atraganta con la mitad bonita del mundo
Etapa para desconocer y progresar
Mucho timo para la docencia programada
Harina de otro costal
Corolario de voces difamatorias
Usurpación de esquinas hechas tragos de vino sin comida
Luz que desea la luz que se desea
Luz del día siguiente que se aparece hoy
Mentira vaga que es prima de lo febril que se te oculta
Y fake

2

Prédica pequeña que presenta una forma
Cubrecolcha de lo que sé yo que no me cubre
Lamento de perecer en un brindis de gloria con dos hijos
Soporte fantasmal de la elástica trágica
Cordel que se ha acordado de todos
Marioneta fantástica que anda sola sobre un techo de silencio
Rumbo al rubor marcado perenne y sucio
Imprenta de los silencios que no han sido y me perpetúan
Imbricados sarcasmos
Ducha de luz
Espejismo variable
Manopla cómica
Personas que no son personas
Rayas en el carbúnculo de la paletilla que bosteza
Al abrigo furioso de otro tiempo modales caducos
Extraña y extranjera prosodia que se mimetiza
Rampas de sal

3

Reponer minerales como un trapo en la cama
Mientras los radios de la cabeza se cuelgan
Uso ministerial bueno que viene a por mí
Consentido hielo que te quema en el agujero de tu vida
Embrisca y alegra y soluciona y vive
Desde los ángulos contritos de la pesadez
Cero de fuerza en lo que se estima
Alegre perdurar, perfumada máscara.
El grandísimo suponer reencabritado y huero
Detrás del intermedio.
Huecos de bocas, caras sacadas a la cara, lujos del maquillaje en la hosquedad de la noche que se difumina
Agujeros con estrellas que representan lo vano que hay en ti
Energía mental con tímidos de la esquina y su presencia
Colombianas con hijas, envidiosas caléndulas, persistencia en el presentir, los barreños de agua.
Superesquivo alcoholismo de vaso en vaso.
La venganza de Telos.



viernes, 10 de enero de 2020

LA INCURSIÓN DE LAS ALMAS QUE ME CONTEMPLAN

LA INCURSIÓN DE LAS ALMAS QUE ME CONTEMPLAN

Mundos perpetuos de la primera victoria
sobre la era de los comienzos.

Miles de veces se ha levantado y ha caído el hombre,
miles de veces ha sido creado.

Desde el interior abstraigo aspectos abstractos
del tiempo y su medida.

Ligeramente marcado por el señuelo del sueño
y la incursión de las almas que me contemplan
de los ángeles anteriores.


Aumento del Poder - Eclipse Lunar 10 de Enero -

PARA LOS NECIOS


PARA LOS NECIOS

Para aquellos que lanzan las cuerdas
A los espacios donde ya no hay nadie,
Para las cisternas cerradas estropeadas por el uso,
Para el nórdico que ya hace el ridículo,
Para el pintor que no repasa la pintura,
Para el mentor de historia que no conoce su propia historia,
Para las cenefas cerradas,
Para las bragas transparentes,
Para los empapelado por delitos que nunca conocieron,
Para los rodapies nuevos que ahora se pegan a la pared,
Para Su Majestad el Rey y para quién le envidia,
Para los que ven pasar su vida sin mancha y sin borrachera y siempre se aburren,
Para los quemados del sexo que ya no lo practican o lo eluden,
Para aquellos que llegan sin avisar,
Para los que nada saben porque lo saben todo,
Para las ladilla escayoladas,
Para la influencia de abajo,
Para el que le da la tos viendo anuncios de jarabes,
Para los que perdonan,
Para los perdedores,
Para los necios.


domingo, 5 de enero de 2020

HASTA EL CERO PARECEN LOS NÚMEROS LO QUE PODEMOS HACER

HASTA EL CERO PARECEN LOS NÚMEROS LO QUE PODEMOS HACER

Hasta el cero parecen los números lo que podemos hacer,
celestes consentidos con caballos cosidos,
celestes con dormidos.
No es algo dócil el color,
literatura, compostura, angostura,
cultura fina comprendida,
expéditos caminos en forma de panceta
que hacen la marioneta que se sienta y escribe
y te mira con sus ojos de pájaro.