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viernes, 18 de octubre de 2019

CEREMONIA DE CONFUSIÓN Y OTROS POEMAS ESCRITOS EN LOS AÑOS 90

CEREMONIA DE CONFUSIÓN

Para el que llega tarde se acaba su camino,
el odio,
ese regalo del viejo Satanás,
ese regalo fuera del dominio de lo real,
ese fino muro, esa pared
de impagables discípulos
atónitos ante la insensibilidad,
signos de una ventaja providencial
de historias sin principios, sonoras pantomimas
como un cordel de enmarañada luz,
un dominio mayor que su espejismo custodiado,
esa figura que ingenuamente personifica el bien,
probar la muerte resbalar por el sueño,
enjambre de amenazas con la crisma brillando,
ser exquisito o ser prolífico
mar de montañas,
palabras como antorchas.

EL UNIVERSO ESTÁ EN EL ALMA

Regresar a la noche
con la sangre exaltada de un mercenario
y los regalos de la locura.
El alma se retuerce,
la contemplación es un viaje
hacia donde se deslizan los recuerdos
en los templos del incienso y del fuego,
abismo sin color del tiempo cósmico,
ciclo antiguo.
Fluye del círculo exterior
metafase lunar.
La serpiente muda la piel,
los sucios harapos del alma.
Materia del espíritu
en una catarata que se cierra.
Lugar terrenal donde las jerarquías.

A LA AMANTE NEUMÁTICA

La ciudad sin ti no consigo que exista.
Incluso
los muertos deciden morirse en otra parte.
Eres la pequeña mancha azul
en el punto más gris de mi cerebro.
Pendientes de madera y pómulos macizos.
¡Oh, rehenchida mujer de caucho,
hablo tanto contigo aunque sé que no estás!
¿Quién te esconderá ahora en los guantes de goma?
¡Qué alegría tan triste sería reencontrarte
y qué triste alegría fue redespedirte!
Sé que viajas en todos los vagones,
que estás detrás de cada ventanilla,
que ocupas todos los compartimentos
en este tren traslúcido que te lleva tan lejos
que la imaginación se cansa de seguirte.
Quizá la lluvia me reblandece el cráneo
y al cesar de los días he estado envejeciendo.
En este preciso instante (ya ha pasado)
no sé dónde estás ni lo que haces
bajo la cama de los hospitales,
en los retretes de los aeropuertos,
en los metales wagnerianos,
en las agujas de los servios,
en la mujer abierta de un disparo.
¿Aún te queda la serena tristeza
del contenedor de basura despintado?
¿Sienten hambre tus pechos bajo la lana beige
o tu cuerpo se ha vuelto un marasmo insensible y fibroso?

miércoles, 16 de octubre de 2019

TRES POEMAS GENIALES ESCRITOS EN EL AÑO 2000

MUSEO DE CERA

Vuelvo al lugar donde otra vez estuve y el tiempo era distinto.
No he regresado.
Tan sólo espacios entejidos de oscuras transparencias.
Tan sólo espacios destejidos de oscuras transparencias.
No he regresado.
Hemos pasado al tacto de la luz.
Ahora he subido otro andamiaje
del recuerdo.
Me he ido construyendo ese andamiaje
en el que podía 
presumir
y sobre el que he trepado.
Pero mi destino no ha sido próspero.
No he regresado.
Y luego de repente estás aquí, 
has llegado a casa.
La muerte sabe dar al traste con todas nuestras expectativas,
y así es como los fragmentos del pensamiento
se despedazan a través
de la historia,
y así es como los pensamientos del hombres se despedazan a través de la Hª
hasta que al final la gente piensa que hay que cuidarse
y conservar la línea
y al final todo acaba en palabras grabadas que dicen se busca
persona para
compartir piso muy céntrico
calle Leopoldo Cano
Nº 1
tercerobé,
Plaza los arces
junto a la Plaza San Miguel,
servicios centrales,
amueblada habitación
quinientas treinta mil más la comunidad,
teléfono 929 126 300.
Comunicado desde el resabio de los ignorantes,
desde el pecado de los incofesos
el asfalto empieza a emanar un calor flou
por encima de las líneas telefónicas
el asfalto empezaba a emanar un calor que llegaba por encima de las líneas telefónicas
y en las farmacias de guardia
y en las terrazas
los hombres como objetos sin frenos
comían su deseo bajo el auspicio
de grandes depuradoras,
las fachadas contagiadas de luto,
y los muñecos mudos
bajo el bochorno del primer hastío
primaveral
y los seres pensantes con sus trajes de lluvia por la duda
y mujeres con zapatos a cuadros
al camino de la cola del paro
y enfrentados helados y regalos,
ni indicios concluyentes ni señales que basten
a distinguir con claridad
y todo existe como yo lo veo,
y existe todo como yo lo entiendo
bajo un precipitado sol de agua
los maniquíes están a un paso del raciocinio
las inspecciones del espíritu van en busca de una mayor verdad
y algún día emitirán juicios en virtud de algún conocimiento
y es probable que más adelante sigan ciegos impulsos,
guíen sus cuerpos por impulsos ciegos,
disfruten del buen tiempo.
Dependerán de Dios
y también serán términos medios entre Dios y la nada.
Esperarán que Dios les haga comprensibles
o esperarán a que Dios se deje comprender.
No sé.
No sé qué pasa.
He debido cometer un error.
Observo el plástico y la cera de estos cuerpos,
sus designios funestos
que un día habrán de dar la vida.

NO TODO ES VERDAD LO QUE ESTÁ AÚN EN LOS OJOS

No todo es verdad lo que está aún en los ojos
hay otra magia transparente y amarga,
como negra medusa viscosa en los fondos helados del alma
envejece las caricias en las manos,
desvincula,
como la punta de un cuchillo que se parte en el hueso
en cada esquina un anticipo de la muerte que nos sacude con su saña animal,
silba una rara melodía que envenena los tímpanos,
camina hasta encontrar la transparencia.

No todo es verdad lo que está aún en los ojos
a veces algo yace congelado en el fondo,
dulces estancias o abrasadas puertas
donde nada es fatal ni es término ni aurora.

No todo es verdad lo que está aún en los ojos
hay otra magia transparente y amarga,
un álbum  de temores compartidos
que un día se hará colcha de ceniza.

No todo es verdad lo que está aún en los ojos
cuando nada es verdad.

ODA AL ÍDOLO MUERTO
(CÁNTICO A MI PROPIA IMPOTENCIA)

Quiero honrar con mi cuerpo a los acólitos de mis exequias,
quiero hacer edad de oro de sus cabezas
para que no me clamen muerte a mis ojos
ni golpeen mi pescuezo con sus guirnaldas de oraciones.
No quiero nombres sobre nuestros cadáveres,
no me hagáis enterrar parte alguna de mí
ni exhuméis mis palabras para mirar a gusto su deformidad
porque yo soy la doble puerta,
yo contengo el espejo que se abre
y en el que os reflejáis,
esa inquietud que os transforma en verdugos
en víctimas y en aclamadores.
Mira cómo han reinado en nuestro pozo difunto todos los odios chapoteando en la oscuridad.
Mira cómo ha rugido el mecanismo del tiempo
mientras nuestros corceles blancos nos esperaban
pensando en caminar hacia la luz.
El sabor es metálico,
este pasado es un óxido siniestro,
es un obsceno jeroglífico escrito con esperma,
una raya de sangre en la boca del vidrio tallado,
una muñeca cansada de girar
bajo unos ojos muertos tras la dureza de su caja de música,
afiche de una danza macabra colgada de una sombra,
ahora es la doble oscuridad,
es el rancio color de lo que no se agota
en la serena frialdad del sexo imperturbable
y me encontré con aquellos que querían matar mis sentidos
para que en mí no hubiera un sólo vínculo que se fundiera con el placer
pero yo sobrevolé sus alas negras,
atravesé sus párpados de plástico,
era blanca la noche como la esfera de un reloj,
posaba mi memoria sobre aquella ciudad que fue una plataforma sin cables
y todos mis recuerdos se movieron entre sus luces como luciérnagas
pero a sus plazas jamás llegó el olor de una noche de lluvia
aunque en sus piedras morasen gatos negros,
enormes gatos negros como perros y pequeñas personas como estampas felices
y aunque sus columnas no contuvieran ninguna pureza
gustaban caminar encorvados
y sus palabras se volvían harapos,
porque su voz se escucha como frases herméticas en estancias selladas,
su canto era letanía,
siquiera cuando en su cerebro se extendía una mancha de vino
parecían juntarse y celebrar,
pero siempre con el labio cobarde,
pero siempre con el puño apretado y la arena dorada. Yo
que siempre quise detentar el invisible cetro de la belleza
y escapar al influjo de sus designios
y ahora oficio la crispación de las sombras.

La mariposa encuentra la luz pero se abrasa en ella,
el poeta ha llegado a lo genial.

Es el momento de descansar bajo los párpados
y de encerrarse en las entrañas de las plegarias,
es el momento de desandar el viaje que no existe,
de ahorcaros con la más bella cinta de mis palabras,
de despertar en el suelo del bosque del que mana agua fresca
y de encontrar la forma que me permita camuflarme en el hueco
del manto mágico de desaparecer.

El poeta ha alcanzado lo genial
y ya no puede mirar hacia delante.
La mariposa ya no puede volar y la llama prosigue.

sábado, 5 de octubre de 2019

DIADEMAS DE PLÁSTICO

El sonido tiene que ser perfecto,
Los brazos se abren a un abrazo,
La satisfacción que llega y está
En los muslos apretados, en los dientes
Que se ciñen a los dientes. Y sus cabezas despuntadas
Abren las puertas de la eternidad.
Una camiseta marrón,
Unas pequeñas trenzas,
Un dolor pasajero y
Alguien que reina en el espacio para dejarse perturbar y luego aparecer
Bajo la máscara más pesada,
Al fin se entorna lo que se descubre y está
Bajo llagas de siglos y maderas de barcos,
Humo de taberna y lazos de sangre.
En el duermevela de las aguas que pasan,
Brújulas del sentir despiertas que no se agotan
Y luego siembran en los lechos nocturnos los hijos de la carne
Para que un día tengan gotas y botas.

miércoles, 2 de octubre de 2019

OSCURA GLORIA DE OTRA LUZ AÚN MÁS DIFUSA

OSCURA GLORIA DE OTRA LUZ AÚN MÁS DIFUSA

La solución a todo lo que absede encoge y mengua
Bajo las trazas de un universo digital encerrado.
Las manos blancas de los avarientos en el perfil de la luz,
Lo que se descarga en el descanso con placer y forma
Se basta a hacer y decolora la sima del tedio en el recuerdo
Entre los metros de espejos que nos delatan
En cada añorada forma, en cada asegurada fina estancia de vida sobre la mente
Con los apoyos que nos dirigen hacia una magia absurda
En la que encontrar un sentido a todo por no hallarlo.
Codiciada casilla en la que apretarse, definirse y estar
Sin principio de perdurar ni en la oscura gloria de otra luz
Aún más difusa.