Todo lo que siempre quiso saber de la política pero que nunca se atrevió a preguntar
Robledo de Tremes dice en su libro base EL CUSPILADOR que todo lo que incide en el medio cómo fórmula de conocimiento nos lleva a progresar de manera ordenada hasta la meta que prefijemos no, prefijada. Robledo es un saltimba de la Meseta que ganaba su vida en un tarot sin gabinete, que en apariencia al hecho de escribir, crema. En ese fuego, el profesor, aseguraba que una vez despistados los alienígenas urbanitas y los alienígenas intraterrenos, la existencia en la tierra pasaría a llamarse ressisstencia.
Dos parces-qunis DESPUÉS, EL QUE AQUÍ REFELJA LA ANÉCDOTA, ENTIENDE MENOS TODO AQUELLO QUE NO SABE y es por ello que refulfufa el sobredimento culmen de la apoteósica vertiente magmática en la que se han convertido nuestros lagos y lechos fluvios, antes el mar.
Ronces de Culsneau, a la temprana edad de 1045 años, ya entendía de sobra estas cosas y no cejó en su empeño de entregar sus visiones benéficas a la humanidad y los malos presagios a una entidad extraterrena conocida y otra por conocer, que le pagó en galletas, cereales y leche condensada. Así vivó Ronces tocando la guitarra hasta el final de sus días aunque sus amigos reconocen que a él le gustaban más las catañuelas, del francés traducido no se conservan más de este autor que dos coplas y una factura por pagar.Gracias a su trabajo en un tarot sin gabinete, Ronces de Culsneau, se compró una casita en un sueño.
Todos los días, según este autor, sumida la humanidad en una lucha, por fin se logró acabar con todas las clases sociales y siendo todos pobres y miserables, todos se amaron.
Esta etapa de Luz FUE una etapa plena de pobreza y miseria y mucho amor en la que el destino de los causantes del cambio se desconoce y después de tomar cartas en el asunto, se pasó del póker a la brisca, más tarde mus, pero no mus de chocolate.
Clases altas rebajadas a medias y medias rebajadas a bajas y bajas de rebajas, produjo tal estupor y desconcierto, que después de tratarse sólo los ciudadanos en función de sus grupos económicos, los milecos--que sólo ganaban mil euros--podrían ser pobres refundidos en paramédicos por cursos de inserción, catedráticos asimilados a grabadores de datos o manuales pero no de conducta, manuales obreros sin estudios. Superada tuvo que ser esta primera verguenza en la que los más cultivados exigían en función de su mayor cultura, más dinero cómo si ser más culto les diera más derecho a cobrar más. Incluso en un primer momento se exigió que se bajara el sueldo de los obreros porque no podían ganar lo mismo que los intelectuales y se hablaba de carpinteros de la madera que ganaban mil quinientos euros cuando un médico no ganaba ni 900 y un maestro estaba en el paro, no era más que una estrategia para rebajar salarios apelando al clasismo de la clase media, pero todos eran hijos de obreros y Ronces se pasó a trabajar en un tarot sin gabinete para hacerse el pobre porque lo era y sabía que fingiendo serlo parecería otra cosa. Ronces era tan listo, que era tonto. Del mismo modo todos los que fueron primero uno y luego dos, siendo tres acabaron y lo llamaron tener un hijo. Los jóvenes exigieron ser pensionados por ser jóvenes en igualdad constitucional con sus mayores que eran pensionados por el simple hecho de ser viejos y se quedaron más anchos que largos y comieron bollitos y vivieron potitos.
Tuvo que, en verdad, tomar conciencia de que era cierto de que si ser pensionado en la vejez por sufrir una edad difícil era ventaja se intentaría llegar a viejo para dejar de trabajar, camino éste en una elipsis: la juventud puesto que directamente no trabajaban cual ancianos y por ello, alegando una suerte de prematura vejez, exigían derechos que no les correspondían pero no sólo porque no hubiera derechos sino porque no quedaba otra puesto que la gente se había vuelto loca.
El tercer chacra o chaca plexo solar del corazón que regía las emociones se limitó a los tendones de los dedos de los pies y el chacra Agñi pasó a llamarse Culiflor, de esta manera la clase política se amplia con los decidores, funcionarios cuya principal misión era decir estupideces en grado sumo, oficio éste que he desempañado a la perfección los últimos veinte años.
Se volvió a un medievo en el que el arte era mecenado según la capacidad peloteril del interesado, y el oficio peloteril estuvo muy equiparado con el de artista y tuvo a bien hacerlo así NBD--Nuestro Buen Dios--PUES EL ARTISTA ES TODO EGO y de esta forma, si quería sobrevvivir se veía obligado a chupaculear, mamonear y manuelar, de manuela, expresión celiana que se perdío en los 50 por mor de la crisis y por los cigarrillos more, y todo era un acto de amor que se hacía por su bien pues el artista no debía tener tanto ego y así trabajaba gratis y NBD premiaba su humildad, y el funcionario tenía que aprender que sólo era un servidor de los demás, un simple obrero sólamente, y, prtendiendo que tuviera un sueldo humilde fue muy bello que aprendiera que no debía tener tanto dinero, lo que llevóa las autoridades a cerrar los cines de barrio y a convertirlos en confiterías, en confiterías de vender confeti porque había muchas crisis y aunque los niños no comieran caprichos divertirse sí, mucho, GRAN CACHONDEO ERA TODO.
Nuestros mayores recordaban así aquella época, antes del Gran Amor de NBD en el que al final todos fuimos pobres y todos nos amamos: GRAN CACHONDEO ERA TODO Se conserva el siguiente textimonio:
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