ESPEJO DE LLAMAS Y CUERDAS
Ese botón escondido que se abrillanta y sufre,
esa candela caminada con los pies descalzos,
esa boca hecha espuma de las llagas que abrasan
y el ronco despertar del purulento,
la tortura de ser alguien que no llega a nadie
y el espectro de luz que no se evapora,
un juego usado de comprender lo que no puede ser completo,
una tibia corteza de piel arañada al aire: el ser.
¿Qué sentido tiene ser el arquitecto del mundo
y no tener un mundo?
Un giro del destino con su estela de plata
sella el caudal de luz que se abre ahora
pero la representación de lo que he sido
cruzando sus rencores en un olvido que no llega
siente a mi alma perdonar a mi alma.
Entrego la palabra abundancia y late un peso,
el sentido de hacer es un felpudo
rúbrica del ayer,
misantropía del deseo,
espejo de llamas y cuerdas.
Aquellas voces de los que crearon el silencio
bajo los ojos de la estatua
vigila los aspectos donde la identidad se oculta.
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