COMIDA COMIDA.
Nada daba nunca nada igual.
El amor fue de verdad, el dolor fue de verdad, de verdad fueron los otros.
Una oscura limonada ahora entierra mi vida
Sobre esas sombras descansa mi sombrero
El que nunca me pongo sobre la cabeza que nunca siento.
Zurrón de espinas, sacudidas y silentes, blandas como caballitos de mar...
Lucen otros ojos las miradas que sin acechar desaparecen.
Mi abrigo me da frío.
Mi silencio echa humo por las ventanas de tu balcón.
Codicia eterna de nadie sido roto en tiras como un pijama viejo.
Comida comida.
Un hombre entra en la luz y ve vuestras enseñanzas.
LA INOCENCIA TOMÓ EL CAMINO DE LA LOCURA.
Me eternizo sobre tus ojos.
Cómicos y sabios cuando asomaba el dedo.
Los ocho locos, los cuatro evangelistas.
Nivel frente al nivel para ya nada ser.
Clase de tropa que toma copas
En un bosque de verdes arañas
Viviendo de palabras.
La inocencia tomó el camino de la locura.
Vértigo de soles negros.
Momento para un silencio.
Calor laminado al que ahora sacas punta.
Puerta de atrás sin una luz.
Cloroformo de voces.
Música de los atardeceres que ya no oyes.
Regresar al abismo con regalos
Y recordar una noche en la que por fin fuiste joven.
Rueda que gira pero sólo con tu vida pasada.
Payaso de las marismas de los miasmas.
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