DIOS DE PLATA
Los rastros de otros que han desaparecido el verano pasado.
Negros granos de sal en conversar de luces sin novia.
El espectro toma su carne y se apoya en tí y la idea toma su forma y te pertenece.
Reposa en un universo que te roba.
Mira con los ojos extraños la diadema de luz que se hace clara.
Es mirar lo que miras oculto
Y el naufragio es en la arena y la playa.
Esconde la voz que no se calla.
El espejo es el mismo pero el reflejo es otro.
La caricia te corta y la palabra no te basta.
Luego la nada que se abre inmensa te deja poco.
A un lado la gloria, hermana.
Dios de plata.
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