"Un padre tenía dos hijos..." empezaba así la parábola en misa. Me dio la paranoya gorda y me fui, dejé de ir a misa tres años y cuando volví:
-- " Un padre tenía dos hijos..."
Habían pasado tres años y todo estaba en el mismo sitio que lo había dejado. Cuando nos resistimos a aprender las lecciones del universo dichas lecciones se nos repiten hasta que aprendamos lo que el universo nos quiere hacer aprender.
ASÍ FUNCIONA EL UNIVERSO.
Las razones de nuestros impulsos cambian y son otras y a través de los ciclos asumimos lecciones que tenemos que aprender y quizás la más importante de todas sea dejar el pasado atrás.
PERO EL PASADO SIEMPRE VUELVE.
En 2010 me fui desde Simancas a Tordesillas en un taxi y me soplaron sesenta euros. Por éso debía ser que yo tenía dinero...¿Y qué hacía yo en Simancas viviendo en un pueblo si tenía mi casa de Valladolid y todavía no me habían desahuciado? Es curioso pero yo creía que no tenía dinero en esa época y resulta que cómo me llegaba me lo gastaba y así siempre estaba tieso, claro. También recuerdo gastarme cien euros en cecina de León, embutidos, Ribera de Duero y morcilla de burgos...¿De qué tenía dinero yo si estaba pajarito? La paguita de 250 euros de la Cruz Roja por no mendigar no me la dieron hasta el 2012...¿Estaba trabajando? Pues debió ser en el Marqueting Digital que ganaba sesenta euros por semana...¿Pero ahorraba yo algo? Ah, ya sé lo que pasó: es la época en la que tuve un curro de Agente Inmobiliario. Es verdad que no duró mucho tiempo...¡Ay, qué gracia, ahora recuerdo que estaba enamorado de una tal Ana! ¿Pero éso no fue en el 2008? ¿Se llamaba Ana, realmente? ¿No era Carmen? ( Carmen fue en 2011)...¡Qué difícil es ordenar los recuerdos!
Desde los dieciséis años a los veinticinco años estuve sin querer salir con ninguna chica. Tal vez fuera exceso de orgullo porque si le hubiera sugerido salir a alguna me hubiera dicho que no. Pero también era un estrés tener pareja y cuidarla y ser responsable con ella. Pero también pienso que había una creencia muy extendida y muy generalizada que consistía en pensar que si tenías novia ya no podías salir a divertirte con los amigos.
De 1994 al año 2005 habré estado bien de dinero y luego en precario del 2005 al 2015 y sin un puto duro desde el 2015... Creé un periódico de buenas noticias que me hackearon en el 2010, un periódico digital que no daba dinero porque no contrataba publicidad, pero que era muy buena idea. Luego creé una página web para echar el Tarot por videoconferencia pero no me llamaba nadie. Pensé en invertir en la industria musical y del disco, pero me faltaba un socio capitalista. Estuve a punto de abrir una librería esotérica antes de que existiera una en mi ciudad, vi una oportunidad de negocio. Al final quise crear un emoticono que fuera una polla ( una idea que me hubiera hecho millonario) pero al final tenía mis principios.
Es curioso pero España es el único lugar del mundo donde los jóvenes tienen tres meses de vacaciones de verano, pero es que además cuando yo era joven había muchos días feriados y se hacían unos puentes vacacionales larguísimos que duraban cuatro o cinco días...y luego casi siempre había huelgas o paros o ceses de actividad o manifestaciones de estudiantes y muchos días eran fiesta y además ni sábados ni domingos se trabajaba pero el viernes ya no se hacía nada y se empezaba a salir de fiesta pero también se puso de moda salir de fiesta los jueves que era realmente cuando empezaba el fin de semana. Se trabajaba de lunes a miércoles realmente y desde luego que se estudiaba de lunes a miércoles, así tardé dieciséis años en acabar la escuela y ocho años en acabar el bachillerato y en la universidad estaba con treinta años y todavía sigo estudiando mis estudios superiores.
Se ha vivido de lujo en España.
Trabajar, poquito.
Y luego se ha pedido la gente incapacidades y minusvalías porque el sol le hacía daño a los ojos o por no poder girar del todo la muñeca o por tener los pies planos o por carecer absolutamente del sentido del ritmo o por tener fobia a las arañas o a las cucarachas. Han sido inconmensurables e inenarrables las excusas para vivir sin trabajar en España, se ha abusado mucho del sistema de protección y al final se ha visto perjudicada gente que necesitaba ayuda de verdad.
Se estaba en familia en casa viendo la tele y se disfrutaba mucho, en los años ochenta sólo había dos canales de televisión y no existía internet pero la gente se compraba en los quioscos la revista Teleprograma que te decía todo lo que iban a dar en la tele y qué día y a qué hora. La gente veía la película del sábado por la noche que acababa a las doce y media y luego se iba de marcha a las discotecas, se iba de fiesta. Los discobares empezaban a estar animados sobre las tres de la mañana. Te tirabas toda la noche de juerga y llegabas a tu casa a las diez de la mañana y te dormías hasta las dos de la tarde y luego te echabas una siesta: se descansaba ( de estar tanto de celebraciones) y se dormía unas horas y luego comías algo y volvías a salir hasta la madrugada y más allá, de jueves a domingo. Se podía hacer porque con la peseta alcanzaba el dinero para mucho, el alcohol era muy barato ( y sigue siéndolo) y hasta el más humilde tenía para sus copas.
Uno de cada cuatro jóvenes acabó alcohólico en 1990 pero yo creo que la cifra real es uno de cada dos.
DEBEMOS COMPRENDER.
Una mujer de mi generación que debe andar por los cincuenta años igual que yo, escribió un libro sobre su juventud en el País Vasco de los años ochenta, hija de un obrero alcohólico en una sociedad muy violenta y machista donde se bebía mucho, no había trabajo y el terrorismo estaba disparado, drogas de todo tipo también, por supuesto. Y sin embargo la gente era muy valiente y muy echada para alante porque comprendiendo todos que este mundo era una guerra y que la vida era dura, el que se esforzaba lograba prosperar y el desempleo no era para siempre, gracias a Dios, y al final te encontrabas un curro pero era muy sacrificado, la vida no era gratis y aunque hubiera mucha diferencia entre clases sociales, no había rencor social, los problemas eran territoriales y políticos. Esta escritora realmente denunciaba lo burritos que éramos todos y lo dura que era la gente, se trataba de sobrevivir. Pero es cierto que desde su posición de mujer el mundo parecía que era para los chicos y las mujeres sufrían más en un ambiente con tanta testosterona y tan masculinizado en el que la publicidad y el consumo, sobre todo de tabaco, alcohol y automóviles, estaban dirigidos sólo a los hombres y las mujeres como que no contaban. Más tarde se conocería a esta generación como la " generación de esparto" por lo insensible que era. Tiernas molleras y corazones ardientes, lo pasaron muy mal. De algo sirvió crear " la burbuja cultureta" de los años noventa, leyendo novela y poesía y yendo al teatro y escuchando música clásica, la gente se volvió más empática.
DEBEMOS COMPRENDER.
De jovencito veraneaba en un pueblo en la costa y todos los años se quedaba alguien colgado por las drogas, ya muy entrados los años ochenta, la heroína no existía pero escuchabas a gente más mayor contar que había muerto gente por sobredosis. En mi barrio uno de los chicos un día salió una noche de fiesta y se tomó unos ácidos y unas anfetaminas y luego no servía más que para ir de recados a su madre para comprar el pan, hablaba solo por la calle caminando cabizbajo y se le quedó una voz muy rara y una cara muy extraña, acabó vendiendo bocadillos en Edimburgo, pero veinte años más tarde, cuando ya estaba medio bien.
Todos los años se volvía loco alguien.
DEBEMOS COMPRENDER.
Recuerdas una bodega un día frío de invierno en tu ciudad de origen. Lo de las bodegas los días de frío lo hacía todo el mundo, había humo en los bares por el tabaco y calor humano por las muchedumbres y en las bodegas se estaba bien. Recuerdas que tenías unos amigos muy peleones y muy agresivos pero todos lo éramos. Mirábamos por la tele los programas de la MTV y también escuchábamos los 40 principales. Antes de la burbuja cultureta era todo música rock y recuerdas que había muchos grupos musicales muy buenos. Te comprabas discos y la revista Rolling Stone y otra parecida más barata cuyo nombre no recuerdas. Tus amigos tenían un grupo de música Heavie y tenían otros amigos que también tenían un grupo de música Mod. Se hablaba de música en los bares por no hablar de ETA ni de Felipe González que se hacía muy duro, por pasar de politequeo. Era un poco como vivir en Londres y en los Estados Unidos. Se hablaba del mensaje de las letras de las canciones que venían traducidas en las revistas o te lo comentaba alguien que supiera más inglés. Podías estar dándole vueltas al mensaje oculto de una canción horas y horas y bebiendo unos vinos, éso a la gente le encantaba.
DEBEMOS COMPRENDER.
A ver...¿Cómo se ha tenido entretenido al personal desde que yo tengo uso de razón?
Años ochenta: la peseta y la burbuja del mercado musical:
Años noventa: la burbuja cultureta y las carreras de letras:
Año 2000: La burbuja inmobiliaria y la llegada del euro:
Año 2010: eclosión de internet y las redes sociales y crisis sistémica.
Año 2020: Pandemia y guerra mundial.
¡HAY QUE CREAR OTRA BURBUJA!
¡DEBEMOS COMPRENDER!
Mi bisabuelo era hidrófobo, odiaba el agua. Nunca bebió agua en su vida, sólo vino, y se jactaba y presumía de éllo.
Mi bisabuelo era el Marqués de Uselleti y el Conde de Moreno y aunque no fuera inmensamente rico, tuvo mucho dinero. Provenía de la Alta Nobleza Catalana y durante muchas generaciones se practicó en la familia incesto y endogamia y por éso mi familia al final desarrolló una enfermedad genética similar al enanismo. Todos eran enanos grandes, de un metro cincuenta y los más altos un metro sesenta, pero las chicas un metro treinta o un metro cuarenta. Así durante generaciones. Quiero explicar aquí que el enanismo no sólo consiste en ser bajo de estatura porque también implica cierta deformidad facial " la cara de enano" y también una enfermedad mental similar al autismo mezclado con cierta esquizofrenia y luego a su vez, de alguna manera, bajo cociente intelectual. Si por la línea materna yo heredé rasgos de enanismo midiendo un metro setenta y cinco, mis lejanos antepasados por la línea paterna presentaban rasgos narcisistas y psicopáticos pero una gran inteligencia y ambición. No es de extrañar que con ese cóctel genético que heredara, más diez años metido en las drogas sumado a mi alcoholismo permanente desde los once años de edad, yo acabará desarrollando UNA ENFERMEDAD MENTAL DESCONOCIDA, una enfermedad mental que ningún psiquiatra puede decir exactamente en qué consiste.
DEBEMOS COMPRENDER
Siempre me pregunto si era tendencia la hidrofobia de mi bisabuelo, si nadie bebía agua en España en el siglo XIX o por lo menos los hombres. Yo creo que era la tónica, con las comidas se bebía siempre un vino clarete muy aguado que era un setenta por ciento agua, con éso les bastaba a los hombres de esa generación para hidratarse y para poder presumir de no beber agua. Por otro lado al final podría resultar que beber agua fuera de pobres y estuviera muy denostado. En fin. ¡Han pasado doscientos años!
La moral cambia con las épocas y la manera de sentir placer y la manera de divertirse pero también la manera de tener una autoestima fuerte y saludable cambia también. Todo son respuestas adaptativas al medio y a veces ciertas respuestas adaptativas nos dirigen al rencor y al resentimiento y como mínimo al desconcierto pero según sensibilidades al miedo y al pavor. Todos buscamos la seguridad material y la seguridad material la da el dinero y éso permanece inalterable a lo largo de toda la historia.
DEBEMOS COMPRENDER.
Era curioso que en los años ochenta la liberación sexual sólo se entendiera para gente de baja catadura y sin embargo la gente fina y educada tenía que llegar virgen al matrimonio o tener un noviazgo muy largo sin sexo y sólo cuando ya hubiera planes concretos de unión marital se podía intentar un contacto que por supuesto nunca llegaría a ser completo ni profundo, escapar o tratar de escapar de esta tendencia era arriesgarse a parecer un delincuente porque la vida y la sociedad tenían que estar muy ordenadas y el sexo significaba matrimonio pero mantener sexo fuera de una unión por la Iglesia era de malas personas y al final te quedabas con la sensación de que el sexo era sólo para gente de muy baja clase social y que la mujer que lo consentía no era nada buena. Indeterminadamente acabas asociando el sexo con la maldad y la delincuencia.
Realmente lo que pasaba era que la gentuza follaba pero el que follaba era gentuza, era muy elevado y muy ideal no mantener relaciones entre las clases medias y medias altas e incluso la gente rica. El sexo era de pobres muy pobres, el sexo era tercermundista y la mujer que se acostaba con un hombre fuera del matrimonio o al menos con planes de boda a dos años vista, era una puta.
De esta manera se vivían relaciones con las mujeres que no eran reales: siempre platónicas, siempre oníricas, siempre idealizadas, todo puro amor cortés del siglo XV, un beso ya era suficiente sexo, rozar un pecho ya era propasarse y de alguna forma se entendía que realmente una penetración era una absoluta barbaridad y que por desgracia no se podía eludir si se quería tener hijos, las mujeres entendían el sexo no sólo como algo malo sino también como una experiencia humillante, dolorosa y vergonzosa y sabían de sobra que el sistema social consistía en estar sometidas al varón, tenían novio pero sabían que si le daban lo que quería acabarían siendo abandonadas y la mujer que hubiera tenido más de dos novios ya no se casaba en la vida y el matrimonio era la forma que tenían entonces las mujeres de asegurarse un futuro, de ser mantenidas y de poder vivir sin trabajar o dedicadas a las labores domésticas y a la crianza de los hijos. Una sociedad puritana, conservadora casi victoriana y de alguna manera con fuerte castigo y represión al que viviera fuera de la moral católica-burguesa y ya digo que había gente que lo hacía pero eran unos asociales al margen de la sociedad bienpensante, ellos...pero ellas es que poco las faltaba para ser quemadas por brujas y pasando de mano en mano como la falsa moneda si bien tenían sexo nunca eran respetadas ni a lo sumo queridas y todas esas mujeres liberadas en su tiempo en una sociedad muy clasista y jerarquizada, acabaron solas sumidas en el rencor pagando el precio de haber sido la puta de todos cuando realmente en el fondo lo suyo se podría hasta entender como una obra de caridad, jajaja.
Recuerdo mi amigo Santi, que era hijo de un cirujano oftalmólogo, saliendo de su casa disfrazado con un tupé y una cazadora de cuero claveteada, pantalones ajustados y botarrones de piel de serpiente a intentar follar por el modo " delincuente-gentuza" que era la única manera de echar un polvo en las Españas de pasados los ochenta porque, aunque fuera triste decirlo, el sexo se consideraba como algo sucio propio de gente con mucha maldad y muy rebelde y antisistema, también había que consumir alguna droga, conducir borracho y por supuesto ser un caradura y un malote y con ésto las mujeres con las que te ibas a encontrar no eran ningunas monjitas, pero también había que tener cuidado con ellas. El sexo era de borrachos y toxicómanos y por supuesto que para iniciarlo había que estar puesto de algo porque todo daba mucho corte.
EN ESPAÑA SE HA FOLLADO MAL Y CON COMPLEJOS MUCHO TIEMPO, NO ÉRAMOS UN PAÍS SUECO, SALÍAMOS TODOS DE UNA DICTADURA, NO HABÍA NADIE PREPARADO PARA EJERCER SU DERECHO A LA AUTONOMÍA Y LA LIBERTAD, LA IGLESIA CATÓLICA SEGUÍA CONTROLANDO NUESTRAS VIDAS, LA CARCUNDIA SEGUÍA EN TODOS LOS ORGANIGRAMAS DE LA SOCIEDAD.
DEBEMOS COMPRENDER.
Antes de que empezara a consumir droga yo era un chico muy triste que no tenía amigos, pero mi vida cambió cuando empecé el bachillerato nocturno y empecé a fumar porros pasando ya los veinte años. Con veintitrés años haciendo el bachillerato nocturno nos fuimos Manu y yo con un chico delgado con gafas que conducía un coche y acabamos en las fiestas de un pueblo. Cuando llegamos había un estrado en la plaza donde hacía un número un hipnotizador, el hipnotizador pidió voluntarios y todo el mundo quería subir y al final se formó un revuelo fenomenal, acabó habiendo una pelea masiva y nos fuimos de allí. El caso es que nos habíamos pirado las clases en busca de un poco de aventura y acabamos metidos en un follón. Yo recuerdo que estaba muy tranquilo porque igual iba puesto de algo y el que conducía también. El único que se puso muy nervioso era Manu que no iba colocado de nada. Creo que a veces las drogas son una ayuda y que algunos componentes de las drogas tranquilizadores y pacificadores se tendrían que vender con receta médica y no sé si ya ocurre algo de éllo con el CBD pero tendría que investigarlo y hace calor y no me apetece.
Recuerdo muchas aventuritas así de mi juventud después de los veintidós años: tres chicos o cuatro chicos a punto de meterse en líos...¿Y dónde estaban las chicas? En grupos de chicas...¿Pero qué hacían? ¿Qué hacían esos grupos de tres o cuatro chicas que salían juntas a finales de los ochenta? ¡Pues no meterse en líos, ni tomar drogas y casi no beber y muy raro fumar tabaco, esperando a que alguno las sacara a bailar cuando sonaran los lentos en las discotecas! Realmente alguna se ha metido en líos cuando ha sido la novia de alguien porque tenía que relacionarse con sus amigos y se convertía en un objeto codiciado de deseo. Y pasaba que si un amigo se echaba una novia, los cuatro o cinco amigos de la panda seguíamos saliendo con él y con su novia, y claro, el roce hace el cariño.
DEBEMOS COMPRENDER
Una vez en una cervecería en la Costa del Sol me encontré hablando inglés porque los dueños eran de Manchester y la camarera de Londres y entonces recordé que en el barrio donde veraneaba pues resulta que el bar de la inglesa antes se llamaba " El Antonio" porque lo llevaba un señor andaluz. Los negocios de los españoles pasaron a ser de los extranjeros y las costas de España pasaron a ser colonias alemanas, británicas y rusas y si no sabías inglés mejor no te fueras de vacaciones por la costa y una vez hasta me encontré a una chica francesa trabajando en un chiringuito y me llamó la atención porque los franceses suelen trabajar y veranear por la zona del País Vasco pero lo que pasaba es que ya nos encontrábamos instalados en la Comunidad Económica Europea y así fue como a partir de la llegada del euro comencé a estudiar francés, inglés y alemán pero luego lo dejé porque con el inglés aprendido en el instituto y en los primeros años de universidad me servía para pedirme unas copas pero incluso para ligar con las extranjeras y mucho tiempo después lamenté que no se nos hubieran enseñado más idiomas en colegios e institutos y que nos bastara a todos con defendernos en inglés, al final los ricos estudiaban en colegios trilingües y los pobres nos conformábamos con el Duolingo y yo estaba más o menos en el medio pero sólo más o menos.
Una vez me metí en un bar andaluz que veinte años antes tenía colgadas las cabezas de dos toros y servía torreznos y empanadillas grasientas, ahora era un bar de diseño que parecía un cuarto de baño y las tapitas eran delicatesen de cebollita caramelizada. Al final que sea todo tan aséptico rompe mucho el encanto...¿No es acaso cierto que venían a España los turistas con Franco en los años sesenta porque éramos unos pobretones rústicos encantadores? Nos hemos vuelto demasiado finos y por desgracia demasiado blandos pero a alguno el dinero no le ha logrado corromper. En los años ochenta por un pueblo de Navarra, el bar del sitio era que un señor en la cornisa de la ventana de su casa había puesto unas tablas y servía kalimotxo, la verdad es que esas cosas gustaban y hacían ilusión. No todo tiene que ser perfecto en esta vida y en algunas ocasiones lo cutre triunfa.
ASÍ FUNCIONA EL UNIVERSO.
Debería haber aprovechado el tiempo de otra manera, no me gustaba la gente, me gustaba estar solo pero es que porque me gustara estar solo era raro que saliera con chicas y a los dieciséis años salí con una chica dos semanas y la dejé porque me agobiaba tener compañía y también lo que pasaba es que salir con una chica no significaba sexo en aquella época y era casi como tener un amigo y realmente es que ni besitos te dabas si salías con una chica o muy rara vez y había que ser muy sinvergüenza para meter mano y si pasaba es que ya había planes consolidados de boda y el sexo era para después del matrimonio. Estando así las cosas no soy el único que pensaba que era bobada salir con chicas en los años ochenta y sobre todo en los años ochenta de una ciudad provinciana y tardofranquista, así que salí con una chica dos semanas en 1986 y no volví a salir con una chica hasta 1994...porque ya parecía que las chicas estaban un poco más abiertas y solícitas y además salí con una chica cinco años mayor que yo y que no era de mi comunidad y éso cambió un poquito las cosas, pero a lo que voy es: ¿Yo qué hacía de los dieciséis a los veinticinco años sin salir con ninguna chica? ¡Pues tampoco me gustaba tener amigos ( yo era muy cerrado) y salía solo pero en los bares no hablaba con nadie y si alguien me daba conversación, lo eludía! ¿Qué cojones me pasaba? El Espectro Autista del Aprendizaje que padecí de niño, duró toda la adolescencia, parte de la juventud, y sumado al alcohol y a las drogas, acabó generando una enfermedad mental.
Aunque salí con tres o cuatro chicas en mi juventud (que para mí ya eran muchas) no tuve mi primera novia hasta que me fui a vivir a Madrid, teniendo casi treinta años y aunque siempre cuento que perdí la virginidad con veinticinco años porque es una vergüenza para un hombre decir que la perdió con veintiocho, la verdad es que ya andaba por los treinta, pero he tenido amigos que seguían vírgenes con treinta y cinco, incluso con cuarenta años, ésto ahora es impensable para un joven de la nueva generación pero sus problemas son otros, no no poder tener sexo fácilmente, pero es realmente lo único que tienen fácil en esta vida los jóvenes porque no van a tener trabajo, ni coche, ni una casa, ni una pensión cuando se jubilen y yo ya tuve mi casa propia con treinta y tres años (casa que luego perdí catorce años más tarde, pero bueno) y un trabajo bueno y si salías de tu casa con mil pesetillas, que realmente no era dinero y mil pesetillas tenía hasta el más desgraciado, una copa te costaba doscientas cincuenta pesetas y el paquete de tabaco 150 pesetas y como salieras de casa con dos mil pesetas, volvías andando a cuatro patas. El que salía con mil duros era el rey de la noche y le daba para invitar a cenar, comer él y cerrar todos los bares y hasta para drogas incluso y algo más y mil duros son ahora treinta euros con los que no vas ni al mercado de la esquina.
Me inventé un sistema para ser feliz que consistía en escribir en los bares borracho, así que saliendo solo todo el tiempo sin amigos ni novia me pedía unas copas y en una libretilla que llevaba conmigo iba apuntando relatos y poemas y proyectos de novela que nunca llegaban a buen término. En el fondo era una excusa para aislarme y no salir de mí mismo y de los quince a los diecinueve años por lo común salía siempre solo y escribía borracho en bares ( así fue como logré ser premio regional de poesía) pero a partir de los diecinueve años me hice amigo de un chico al que llamaban Tristán el triste porque era muy depresivo que me acabó presentando a un grupo de chicos que tenían una banda de Rock local y con los que enseguida hice amistad y empecé a interesarme por la música Rock y no sólo por la literatura y escuchar los temazos musicales de la época me sacó un poco de mi mundo y tuve un grupo de amigos por fin porque antes de Tristán también me veía con otro chico con muchos problemas y manías y se ve que como yo era bastante raro sólo atraía a gente rara pero por lo común prefería estar solo y tampoco es que con la banda de Rock estuviera todo el tiempo pero mi vida se volvió más interesante y un poco más abierto ya e ingresando en la universidad cuatro años más tarde de lo que me hubiera correspondido porque venía del bachillerato nocturno, empecé a salir con Cris teniendo yo 25 años y aunque nunca llegué a nada con ella, era una amiga con derecho a roce, simpática y divertida que me hizo muy feliz y luego ya después teniendo más de treinta años de edad tuve mi primera novia seria y formal pero no me casé con ella porque yo no había vivido tanto como para aburguesarme y sentar la cabeza. Pero lo que estoy tratando de recordar ahora ( ésta novela es para ordenar mis recuerdos) era qué hacía yo cuando no tenía ni amigos ni novia de los quince a los diecinueve años y tampoco escribía borracho por los bares, que éso fue después. Creo que sencillamente estaba loco.
O tenía un trauma.
DEBEMOS COMPRENDER.
De niños nos encierran en colegios para aprender y nos guste o no nadie puede hacer nada porque eres un niño y tienes que obedecer y en clase estás esperando el momento del recreo o de irte a casa, lo malo es que así pueden pasar quince años ( a disgusto) y cuando inicias el bachillerato ya estás hasta los huevos de estudiar y de estar encerrado entre cuatro paredes. Entonces vas al instituto sólo para pirarte el instituto y tardas en acabar el bachillerato ocho años y por el camino repites dos o tres cursos y llegas a la universidad siendo casi un viejo y cuando la acabas ( si la acabas) ya eres muy mayor para ser becario y para que te contraten en tu primer empleo y entonces tienes que buscarte un enchufe u opositar a funcionario. Solución: España se llena de funcionarios menos cuatro gatos que tienen un trabajo liberal por medio de un enchufe y que suelen pertenecer a las mejores familias descontando los que trabajan en un negocio familiar y para éstos es bobada haber estudiado porque hubieran tenido la vida resuelta igual pero había que guardar las composturas.
Se trataba todo del Derecho Natural, se trataba todo del Sentido del Deber Kantiano: el hombre había nacido para trabajar y servir al estado y llevar una vida adecuada y respetable. Luego acabas pensando que en este mundo el único pecado es el aburrimiento porque siempre hay cosas que hacer: libros que leer, temas que estudiar, países que visitar. Yo era muy bueno haciendo trabajos para subir nota en el colegio e instituto y era lo que más me gustaba porque yo era un autodidacta que le gustaba aprender por sí mismo, una rata de biblioteca, vamos. Luego el colegio no me gustaba a excepción de la actividad de biblioteca extraescolar los sábados porque yo no hacía ningún deporte. Yo iba al colegio los sábados a leer libros y era el día que más me gustaba estar en el colegio. No me gustaba tener maestros, yo era mi propio maestro. Lo supe desde niño.
DEBEMOS COMPRENDER.
Esa etapa tan oscura de los quince a los diecinueve años en mi vida y que trato de reconstruir ahora. Pienso que fue la etapa que moldeó mi personalidad, con catorce años tuve que repetir curso en el colegio y perdí a todos mis amigos y no hice otros nuevos. Y luego no dormía por las noches porque pensaba que los vampiros vendrían a matarme ( yo creía en los vampiros) y siempre debajo del colchón tenía una estaca y un cuchillo de grandes dimensiones. Me pasé un año sin amigos en el colegio y cuando empecé bachillerato en el instituto me costaba hacer amigos por un lado y por el otro al acabar el colegio yo no quería seguir estudiando y fui obligado y a disgusto a las clases, prácticamente no me llevaba bien con nadie y tampoco le gustaba a las chicas y realmente algunos findes salía con dos chicos que eran igual que yo ( no les gustaba estudiar bachillerato y no pisaban nunca por clase) y tampoco ligábanos con chicas y nos pasábamos el día bebiendo y escuchando música. Pero por lo general salía solo y realmente a esos dos amigos igual los veía un finde de cada mes...¿Qué me pasaba? ¿Por qué estaba tan aislado?
Medía uno setenta con catorce años pesando cuarenta kilos--yo era anoréxico--y luego ya con diecisiete y diecinueve años pesaba 52 kilos midiendo un metro setenta y cinco. Tenía un aspecto aniñado e infantil y mucha fragilidad física y mental pero mucho nervio, hiperactividad también. Vagabundeo mental y físico, caminaba horas solo recorriéndome todos los barrios de la ciudad, haciendo descansos en los bares para tomar algo: vino, cerveza y unas tapas de oreja, para que me salieran rimas que luego escribía en libretas, pero todavía no era el tiempo de éso, creo recordar, no era el tiempo de escribir borracho en los bares. Mucha rabia, enojo, tristeza, baja autoestima, ideas oscuras, agresividad vuelta contra mí mismo, alcoholismo precoz, soledad y gracias a Dios, literatura y cine y algo de fe en Cristo que fue lo que me salvó, porque de otra manera me hubiera quitado del medio. Pero era yo algo cursi, infantil e inexperto, angustiado e irritable. Solitario y rencoroso.
Realmente estar bien de dinero fue lo que más ayudó: las penas con pan son menos.
Creo que fue mi acentuada anorexia lo que me hizo diferente y el ser una persona más nocturna que diurna, que realmente se activaba por la noche y por éso si durante unos años pensé que vendrían a matarme los vampiros, también por un tiempo creí ser uno de éllos y ya cuando me recuperé empecé a pensar que igual había heredado de algún antepasado genes asiáticos y que yo no era anoréxico sino chinorris y empecé a planear vivir en Japón y comencé a coger de la biblioteca todos los libros de literatura y filosofía oriental.
Y aquí viene lo que nunca jamás debería contarse, que es que un verano teniendo yo veinte años empecé a fumar porros y no lo dejé en diez años. Los diez años más felices de mi vida. La marihuana y el hachís hicieron del chico apocado y acomplejado que era, un artista brillante con una gran autoestima y mucha alegría y placer.
¡Le debo toda mi felicidad a las drogas!
DEBEMOS COMPRENDER.
Año 2012 en Palencia, tratando de vender mi reloj porque no tenía dinero para comer y antes vendí mi ordenador portátil de sobremesa en Zamora y llevando tres años en la calle vivía de pensiones y si pagaba la pensión no tenía para alimentarme. Los recuerdos se difuminan y el ordenador blanco puede que fuera una especie de tablet y en Zamora ni idea de qué andaría haciendo yo. Acabé en un albergue de caridad en León...¿Estuve en Salamanca? Los recuerdos desaparecen, la última vez en los años noventa haciendo un viaje en autobús y acabé en Salamanca paseando por el paseo de los tristes donde ubico mentalmente el poema de la carroña de Baudelaire. Al estudiarlo lo imaginaba allí, así de mal me sentía. Tendría yo entonces veinticinco años y luego con treinta y cinco por los mismos lugares volvía a estar igual de mal o peor leyendo los papeles que me encontraba tirados en el suelo y pensando que serían mensajes del cosmos, lo mismo que los carteles y las vallas publicitarias.
DEBEMOS COMPRENDER.
Recuerdo el año 2011 cuando trabajaba en el Marqueting Digital y recibía ingresos en mi cuenta de Cajamar que te dejaba sacar en la máquina diez euros como mínimo y me solucionaba mucho la tarde porque realmente ganaba 25 euros al día y los cobraba en horas. Recuerdo que tuve que bajar al pueblo a hacer unos recados en una farmacia, y luego saqué diez euros del cajero y antes de la hora de comer me fui tomando cañas por el pueblo y callejeando encontré un bar sin mesas ni sillas ni taburetes con una placa de metal como mostrador y un grifo de cerveza y sólo te ponían cañas y te las tenías que tomar de pie, los dueños eran una pareja de argentinos. Ni idea de cómo pudieron acabar en la Costa del Sol y en esas condiciones.
DEBEMOS COMPRENDER.
Soñaba que estaba en un barco durmiendo sobre una tabla de madera, soñaba que venía una guerra nuclear, soñaba con naves nodriza estraterrestres alargadas, negras y planas. Soñaba que era yo realmente y que viajaba y que era amado por mujeres. Soñaba, la verdad, con otros países, otros lugares y otras personas. Al final mi vida fue un sueño en el sueño de todos. Tuve un jardín Zen con un Buda de la Compasión y por las noches lo veía desde una ventana pequeña.
Auténticos delirios sexuales en la adolescencia cuando espíritus-súcubos tomaban posesión de mi cuerpo y extraían mis fluidos, al mismo tiempo que la habitación encogía y encogía cada vez más y el balón de baloncesto empezaba a botar sólo en una esquina, fue mucho antes de mis visiones mirando el fin de la humanidad. Cuando los muñecos me hablaban y a veces la habitación se iluminaba repentinamente con una luz cegadora y en Madrid apareció un ángel a los pies de mi cama y con el batir de sus alas sucedió que yo tuve un estado de paz y sosiego (sintiendo mucho calor) que me llevo a un Estado Alterado de Conciencia y luego al Nirvana-Iluminación. Así fue como esa noche ( yo tendría veintiséis años) supe que había nacido para ser un Guía de la Humanidad...( Recuerdo que había estado fumando marihuana el día anterior) y luego con unas cervezas en un bar con palmeras de plástico los ojos se me pusieron rojos y me compré unas cremas para la piel. Luego empecé la costumbre de llevar amuletos, amuletos que regalaba para comprarme otros según fueran cambiando las energías.
DEBEMOS COMPRENDER.