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martes, 2 de junio de 2020

LOS POEMAS DE MARTE EN PISCIS


OTELOS PINTADOS DE VERDE ENVIDIA


Rebaño obediente de ganado sucio y torvo que se adentra en sus rediles contento y feliz.
Chapa de metal, metafase de la luna, caída menguada, luz que habla, soporífera forma entre los vidrios sucios.
Animado monigote con barbas y bigote que brinca y salta con su cara de huevo.
Agónico folio doble usado para no escribir y con el que ya no sabrías hacer ni una pajarita.
Olor a trapo húmedo denunciado por un niño.
Asperezas de la voz que cantando habla y que hablando canta.
Sarpullidos de la paz.


EL BOSQUE EN PIEZAS

Esquinas en la playa,
enfrento la telepatía de tu boca
pero no soy ningún experto en eso.
A partir de ahora desaparecen las tormentas
en un techo sólido y fijo,
contado con más detalle pierde todo su sentido.
El hálito que brilla derecho
y que ha abierto las sagradas puertas.
Grises baremos nos ocupan
sanado por la luz que bebe de los muertos cómo el invierno sana al verano.
Yo soy el efecto de ser sobre mí mismo,
el hambre de los despojos.


ESTE RELATO ILUMINA TU INTIMIDAD

Este relato ilumina tu intimidad,
pone una nueva fe en tu nueva fe.
Pienses lo que pienses alguien pensó lo mismo antes.
Alguien fue antes que tú tal cómo eres.
No es preciso el instante precioso.
No es redonda la idea ni lava tu sombra.
No abundes en la oscuridad que está detrás de ti
y que te reconoce. La impaciencia que no quieres,
pero también demorarme no te gusta. Largo es el vacío detrás de lo hecho
para que después y a lo lejos se convierta en un vacío mayor.
La esperanza se transforma en un vicio para no avanzar:
los maniatados en el círculo del eterno descontento.

PARA HACERSE ANCIANO

Aquello que revive el ocioso,
manos llenas de lívidas cenizas,
el adorable camposanto de mis recuerdos
con esa pirueta que nada en la deformidad,
con esa pícara mueca que luego se atenaza:
Lo que alcanzo y no siento, esa nobleza más allá de la destrucción.
Humedades viscosas del abismo
atrapadas en unos ojos.

No es lo mismo encontrar un significado a la vida que el significado de la vida te encuentre a ti. 


Ir más allá de los muros del miedo.
Mi saludable nada.
Santoral que a la marca saca brillo.
Mal de vientre.
Sed de más vida. Encuentro ahíto.
Tos que me da. Saludo en cruz, fulgor.
Atrapanadas empanadas debajo de las almohadas.
Una luz me dirige a un camino,
al final una tienda de muebles que te vende bebidas y frutos secos, palanganas azules en el recto.
Sol de serpenteante claridad que clama desde los visillos deshilachados.
Graciosos que se peinan hacia atrás.
El silencio me ha hecho un lugar
entiendo en él algo parecido a lo que no me dice
y ahora yo lo cuento de un modo distinto.


Nos pasamos la vida intentando comprender algo que no sabemos qué es. 

El proyecto de marzo, su raya blanca, su espejo en la sombra, su cara plateada. La expansión de una conciencia mayor, apertura a una región desconocida. Sopor que es es la espera hacia algún lugar santo hallado dentro de ti mismo. Una mayor comprensión ciega en la luz. Palabras hermanadas al corazón, ingenuidad que se borra.
Asunto que sale y que es luz de los motivos,
refugio blando del peligro tranquilo que se refuerza,
subida del precio de la vivienda,
manos pías qué cuentan la verdad entre los raros y los nerviosos,
lo que no se ha podido ir y que se salta los triángulos
haciendo de cada palabra un texto y de la verdad un puñado de mentiras.
Ojos que se ciñen a la oscuridad de una visión que se dobla en las sombras
protegidos por los hijos sin tedio que se desperezan y meriendan,
dibujas un retrato de alguien que ya no se acuerda de ti.




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