El amor renacido sobre los blancos tapetes de la esperanza,el lujo de haber bastado a tu propia voz, el inconmensurable mar de unos ojos que se abren atentos, los derruidos palacios de la nada dónde ya antes hemos perecido, la maleza humana que crece en tu vida y que no quieres cortar.
Aprecio estos cuentos que reflejo y en los que no estoy.
Aprecio la figura que formo y que es otra sin mí,
la palabra medida por la palabra,
su declinante diapasón del ritmo,
hueco de una escalera
que me llena de luz.
Baraja ancha de las imágenes desnudas,
cadalso de plomo que acierta a sumergirse.
Ofrenda tosca, neblina azul,
asueto de mis días.
CÓMO DEJAR DE CONOCER ESTE ESPACIO SUCIO
Cómo dejar de conocer este espacio sucio
y su gobierno de sombras deformes
y su bosque de voces.
Cómo dejar de conocer este espacio sucio
atrapado en el paño sin color
o en la lascivia que se vuelve bastarda
y en su gañido corporal que representa una fronda
de pupilas dilatadas por el alcohol,
de cuchillas al viento,
de la agresividad de los ancestros
perfumada por unos piel descalzos,
por el alma hecha tiras,
por pasadizos de barro entre las huecas calaveras
y su ristra de palabras como joyas que un día
tampoco valdrán nada.
ESPAÑA ÁCIDA ESPADA
España ácida espada.
Arenas circuncisas.
El nombre del espectáculo pasado de mosquitas muertas
y la serie de los ángeles mutilados que rezuman pisados en el suelo,
las cabellera sueltas y los ojos vueltos de las ninfómanas con sus bolsos falsos,
la pegatina que dice ya no fumo con dedos de victoria
y yo nunca y yo siempre
porque no he salido de la nada pero he llegado a ella:
Mi estrella favorita es un poco la sombra del eclipse de la negrura del sueño.
He merecido para evolucionar hacia el lugar al que no llega nadie.
Un extraño más en las nubes,
un recuerdo que ahora regresa una vez más,
mujeres que serían tu perdición pero no pasa nada,
un día en el que ves amanecer y desayunas dos veces.
Salto cuántico, costumbre animal, lima de manos, días vestido con el mismo color, calles de alquitrán en la memoria aún más oscuras bajo la lluvia, humo que sube de las alcantarillas, las luces de los coches en la noche, vicios irrefrenable, lentes para ver todo color de rosa que no te pones, avisos de tormenta que no tomas en cuenta, puñaladas con puñales de plástico, el frío que llegaba de repente en los días de calor, el calor que llegaba de repente en los días de frío, los que te dicen ahora vengo y no los vuelves jamás a ver. La poesía me trae otro registro que no debemos atajar, son los hermanos de ningún medio, silencio amedrentado de los sin voz...
Todo ésto puede tener un sentido:
Llegar a la luz.
Llegar al final.
NO ERA EL VENENO DE LA SERPIENTE POR EL IMPERIO DE LA LUZ
Nacido del polvo de las estrellas pero parco en palabras, aislado y criticado pero enfrentado a las propias sombras de sí mismo, su rebeldía se acabó convirtiendo en una técnica, no sintiéndose un cadáver ni un ser vivo, sacó sabiduría de la falsa ignorancia, la verdad del engaño y enseñó todo aquello sobre lo que nada sabía.
El pensamiento profundo creció como una sombra,
el alma se volvió más oscura según la mente nada en aguas sucias
pero mantuve la inocencia del cordero incluso entre las suspicacias de las inicuas,
incluso entre las telas sucias de los desposeídos y abandonados que mis manos ya no podían abarcar
y me entregué a otra luz, en otro molde fundamental de las ideas hechas un cisco y una pavesa.
No era el veneno de la serpiente por el imperio de la luz, ni era la caricia experta y extremada
no era el universo paralelo que nos vomita detrás de nuestro mundo
no era aquello definido pero que nadie sabe definir
era entonces una verdad más amarga
y era su influjo
como un cuento increíble que se cuenta con los ojos cerrados
como una flor de plástico que en la tecnología sobrevive pero no pertenece a nuestra realidad.
MAREADO POR LA CHATARRA
Mareado por la chatarra,
separado del viento y parte de él.
Han caído como hojas muertas las prosas de las alucinaciones,
palabras de luz en la vitrina de cristal,
lámpara-araña que parece estar viva,
sentidos que se reinician como se derrite la nieve,
pero una nieve sucia.
Ya no hay nadie en las casas vacías donde el descanso queda detrás,
espejos que ya no dan ningún reflejo,
aparadores cubiertos de ceniza,
escritorios de madera que se pudre...
Un agua azulada se derrama entre las grietas de las baldosas del tiempo
y las sábanas que un día exhalaron tibios perfumes
ahora ajadas y mohosas ya no cubren a nadie,
alguien trabaja en el despacho todavía,
con el silencio que nos contempla llena las habitaciones...
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