DELENDA EST CARTAGO
Tascas de viejo,
libros de viejo,
cabezas de hueso.
Pequeños monstruos,
un brote amarillo de luz en la cara.
En el prostíbulo
una mujer jorobada me abrió la puerta.
Espacios abiertos habitados por personas que no conozco.
En la ciudad caminan los desconocidos.
Hacer concreto el elemento abstracto
es poder hacer pasar un día,
el recorrido para seguir viviendo.
Todo lo que mata y libera ha hecho fruto en la tierra.
La guerra llega a su final:
delenda est Cartago.
De alguna manera la luna
parece llenar un vacío.
El brillo es externo, la nada es sincera.
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