Nazim Hiktmet (Salónica 1906-Moscú 1966) fue un poeta turco vanguardista influenciado por el simbolismo y el futurismo que pasó la mitad de su vida en prisión por no querer participar en la guerra Greco-Turca. Su poesía es esencialmente social, se ocupa de los desvalidos y de los desamparados de este mundo y de la población civil que es la que tiene que sufrir las guerras pero apostando por una ideología marxista-socialista que él pensaba que era lo que iba a vivificar y unir y liberar a todos los oprimidos de este planeta en una lucha de clase en la que sus derechos quedasen reconocidos y pudieran escapar así de la cárcel destinada por el poder.
Hijo del director de un periódico y de una poetisa, su abuelo también escribía poesía. La política turca fuertemente nacionalista llegó a penar las influencias del persa y del árabe en la nueva poesía que se estaba produciendo e Hiktmet abrazó esta moda sin esfuerzo por resultar moderno y vanguardista pero se opuso al fuerte nacionalismo turco que derivaría en guerras cruentas con su vecina Grecia, llegó la primera guerra mundial y después la segunda y por su pacifismo el poeta se pasó la mitad de su vida en prisión aunque siempre apoyaría sin fisuras a las fuerzas soviéticas que entendía cómo liberadoras, lo que le sirvió para que acabase sus días exiliado en Moscú. Era admirado por los jóvenes de su tiempo y apreciado incluso por aquellos que no compartían su ideología por el buen género de sus poemas.
Existe un cuento infantil publicado hace tiempo sobre aquella niña de Hiroshima que por las radiaciones nucleares nunca creció y siempre fue una niña, una crueldad de tipo poético que inspiró el poema de Hiktmet sobre esta niña irradiada de Hiroshima que luego inspiraría el cuento infantil que se hizo muy famoso. Un cuento infantil destinado a que todos los niños del planeta conociéramos los horrores de una guerra nuclear y la crueldad que supuso para la población de Hiroshima y Nagashaki el lanzamiento de la bomba atómica por parte del ejército de los Estados Unidos. El cuento pretendía que nunca más se repitiera la historia, que nunca más hubiera una guerra nuclear, que nunca más se lanzaran bombas atómicas sobre ninguna población de este mundo. El cuento sobre la niña de Hiroshima está inspirado en un poema de Hiktmet, es un cuento que hemos leído todos los de mi generación y que sirvió para crear conciencia, ya incluso de niños.
Hijo del director de un periódico y de una poetisa, su abuelo también escribía poesía. La política turca fuertemente nacionalista llegó a penar las influencias del persa y del árabe en la nueva poesía que se estaba produciendo e Hiktmet abrazó esta moda sin esfuerzo por resultar moderno y vanguardista pero se opuso al fuerte nacionalismo turco que derivaría en guerras cruentas con su vecina Grecia, llegó la primera guerra mundial y después la segunda y por su pacifismo el poeta se pasó la mitad de su vida en prisión aunque siempre apoyaría sin fisuras a las fuerzas soviéticas que entendía cómo liberadoras, lo que le sirvió para que acabase sus días exiliado en Moscú. Era admirado por los jóvenes de su tiempo y apreciado incluso por aquellos que no compartían su ideología por el buen género de sus poemas.
Existe un cuento infantil publicado hace tiempo sobre aquella niña de Hiroshima que por las radiaciones nucleares nunca creció y siempre fue una niña, una crueldad de tipo poético que inspiró el poema de Hiktmet sobre esta niña irradiada de Hiroshima que luego inspiraría el cuento infantil que se hizo muy famoso. Un cuento infantil destinado a que todos los niños del planeta conociéramos los horrores de una guerra nuclear y la crueldad que supuso para la población de Hiroshima y Nagashaki el lanzamiento de la bomba atómica por parte del ejército de los Estados Unidos. El cuento pretendía que nunca más se repitiera la historia, que nunca más hubiera una guerra nuclear, que nunca más se lanzaran bombas atómicas sobre ninguna población de este mundo. El cuento sobre la niña de Hiroshima está inspirado en un poema de Hiktmet, es un cuento que hemos leído todos los de mi generación y que sirvió para crear conciencia, ya incluso de niños.
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