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sábado, 31 de diciembre de 2022
sábado, 24 de diciembre de 2022
Recuerdos 5
El Galés y luego Malaliendra y luego tal vez algunas latas de cerveza durante el verano del año 2021, lo recuerdo bien. No me fui de vacaciones pero pasé un buen verano y en el 2020 tampoco me fui de vacaciones y era mucho estar por el Merlín y el Malaliendra y el Galés y lo pasé bastante bien entonces. Recuerdo que en el 2020 ya era youtuber y estaba en mi momento más álgido y grabé un vídeo en el Malaliendra cuando tiraron una bomba atómica en Beirut. Ahora la gente ya se ha olvidado de todo, por lo que si tiran una bomba atómica en Ucrania en el 2023, para el 2025 ya nos hemos olvidado de todo.
La pintora bajo el signo de Piscis, miembro destacado del jurado de un evento cultural de mi región, creía en las leyes fundamentales que ordenan el universo, pensaba que había en el mundo vampiros psíquicos y personas que eran capaces de absorberte la energía y estudiaba el Kibalión. Llegó a organizar jornadas de visualización de contenidos culturales en zonas industriales habilitando viejas fábricas y fue entonces cuando mis recuerdos se difuminan. Existía una fábrica de algo en mi ciudad que supuso un riesgo que fuera convertida en un centro cultural, los obreros habían sido despedidos y ya no había obreros ni empresario pero no cuajó la idea de un centro lúdico, estuve allí una vez pero ya eran ruinas y no recuerdo que hacía allí. Los albañiles y los operarios de la demolición habían destruido las fachadas para que no fuera ninguna alcoba lugar de esparcimiento de emigrantes, mendigos ni mafias ni un centro de drogas o narcopisos...se destruyó finalmente aquel lugar para que no sirviera para nadie que quisiera hacer de aquel espacio un lugar de perversidad...¿Pero la fábrica qué fabricaba?¿Por qué se tuvo que cerrar? Éso es todo lo que he olvidado pero saberlo ahora es importante.
El pueblo de la costa en una noche sin luna no muy calurosa cuando salimos todos del coche de Charlie, no había nadie por la calle y me llamó la atención, había muchas sombras proyectándose desde los tejados, era muy inquietante. Luego diez años más tarde otra zona del puerto o antes de llegar sobre una acera circular que parecía dar la vuelta y que era gruesa, con mucho espacio contemplado, la terraza de un bar con unos vinos tintos con limón con Jaba que se había dejado el pelo largo y tenía pulseras de cuero. Yo no entendía bien cómo me sentía, la verdad. Creo que mi novia no había venido conmigo de vacaciones y si no el recuerdo es de dos años después que me dejara, lo más probable.
Los recuerdos de cuando el pueblo costero parecía un pueblo fantasma, con Charlie una noche oscura. Lo más probable es que estuvieras drogado, ahora recuerdas que buscabas la luna y no la encontrabas y luego había dos lunas, escuchabas voces. Probablemente estarías drogado y por éso es un recuerdo tan extraño, pero en el que alguien te daba respuestas. Parecido en el servicio del " Chico 10" o de la disco de al lado, realmente habías tomado drogas. Pero nada comparado a ver desde las alturas el bar de abajo en el que de repente estuviste y escaleras que subían y bajaban y tú te perdiste en una dimensión extraña. Fue de lo más raro que te ha pasado con drogas, parecido a lo de " La fábrica del pan" Te perdiste entre dos dimensiones.
Ahora quieren que la juventud estudie ciencias y matemáticas en España y se quieren hacer las matemáticas atractivas para los chavales. No salen científicos de España, sólo poetas y escritores. La sociedad no puede más cargar con tanto bohemio. La culpa la tienen los años noventa: se creó una burbuja cultureta y el modelo de éxito social era el novelista y el cineasta, no el científico. Todas las maestrías eran de letras puras, todas las carreras eran de letras puras, toda la educación superior ( universitaria) estaba basada en el conocimiento de la historia, el arte, la lengua y la literatura. Y España ya no pudo soportarlo más.
Y lo curioso era la agresividad que había en los años noventa no para ser alguien sino para tratar de ser más que los demás, lo que hacía que viéramos a los demás como competidores a los que había que superar en esta vida pero no como compañeros de viaje, éso era así.
Algo pasó cuando cumplí 33 años, pero algo pasa en la vida de todo hombre cuando llega a esa edad. Quizás has ido estirando mucho tus años veinteañeros manteniéndote niño, pero después de los 33 años ya no puede ser. Hay que dejar ya del todo atrás la infancia y los recuerdos de la adolescencia y el caracter rebelde y disruptivo. Hay que empezar a madurar o más bien, no madurar ya no es negociable y el universo te fuerza. Se pierden las últimas inocencias. Vuelve a repetirse la crisis a los 53 años, ya no puedes eludir que eres una persona bastante mayor y se acabó el comportarte como un jovencito, ya no es negociable. Tú rollo juvenil tiene que desaparecer, es tiempo para atesorar lo conseguido y volverse conservador. No tan borracho todavía ni todos los días pero no ya tan sobrio tampoco, en pleno proceso del ciclo de Urano.
Pero ya no existe la presión de Saturno.
Pienso ahora que el modelo era el genio, pero el genio era el literato o el cineasta y un científico que hubiera desarrollado una vacuna no era ningún genio y de alguna manera no se le consideraba inteligente. Sólo se consideraban inteligente en los años noventa al que escribía libros o hacía películas pero también al que componía música.
Todo ésto cambió a partir de 1996 con el desarrollo de la informática y para el año 2000 empezó a valorarse al que tenía algún tipo de ocupación técnica por primera vez en España, ingenieros industriales a parte. Y era curioso ver qué de alguna manera habíamos cambiado, habíamos dejado todos de querer ser tan artistas y bohemios en España y fue con el desarrollo de la industria de los videojuegos que se cambió en la juventud el ocio de leer por el ocio de jugar juegos de consola. Había pasado mucho tiempo desde la crisis del petróleo de los años setenta pero si ya pudiera suceder otra igual ya estábamos a otras cosas.
Demasiada droga en los años ochenta, gracias a Dios por ser yo un niño nunca la probé y aunque seguía habiendo droga en los años noventa, la heroína ya no existía.
Los años de la Ruta del Bacalao cuando la juventud salía a discotecas y se tiraba tres días de fiesta bailando incluso sobre el capó de los automóviles fueron años de muchos excesos a finales de los ochenta donde se consumía Éxtasis y Cristal y mucho MDMA...ahora esa gente con la cabeza reventada son los que trabajan de todo un poco en España.
Es curioso pensarlo pero no hay un cuarentón ni un cincuentón en España que no se haya pasado con el alcohol o que no haya estado consumiendo drogas pero éso no les quitaba de estudiar y al final hemos tenido en España profesores, abogados, médicos y enfermeros con un montón de problemas psicológicos derivados de tantas noches de excesos y ahora se pretende que no vuelva a suceder éso con nuestra juventud.
Con el tiempo llegaron las universidades privadas que realmente eran chiringuitos y que por 15000 euros te regalaban un título o un máster. Entró gente por ahí y con una nula o insuficiente formación accedieron a los mejores trabajos porque todos los centros elitistas que existían sabían que cuando llegara la gente no sabría hacer la o con un canuto y los formaban éllos, la verdad es que para este viaje no se necesitaban alforjas. Al calor de lo que estaba pasando las empresas optaron por crear sus propias universidades y con el tiempo Seat sacó su propia universidad y lo mismo hicieron Google y YouTube y Telefónica España con su "Escuela 42" pero todos sabíamos que al final TicToc acabaría formando a su propia gente, incluso Meta o Facebook porque la gente con títulos universitarios nunca llegaba formada a las grandes multinacionales que eran las únicas que tenían nichos de empleabilidad y los expertos sabían que la Educación Superior del Ministerio de Educación de España sólo serviría con el tiempo para alcanzar a ser buen funcionario bien remunerado, y ésto en el mejor de los casos y ya las carreras de letras no servían ya ni para tener cultura, la gente se formaba con textos de las bibliotecas culturales de la red y por internet se accedía rápida y cómodamente a cualquier tipo de formación y sabiduría intelectual y la función de las universidades como baluartes de la cultura había quedado desfasada y anticuada y además la sociedad no demandaba gente culta sino operarios con habilidades técnicas concretas.
Finalmente sucedió lo increíble: nadie tenía en España intelecto suficiente para estudiar en un nivel universitario y los profesores tenían que dar aprobados generales para que el centro no perdiera ayudas del estado. Sólo el treinta por ciento del alumnado matriculado asistía a clase, pero completamente desmotivado y pendiente del móvil: los jóvenes sabían que venía una gran guerra y que pronto serían carne de cañón.
En fin, que había más intelecto en los estudiantes de los años ochenta y noventa y parecía incluso que la droga le hiciera a alguno más inteligente. Lo que pasaba es que el sistema capitalista prosperaba, había crecimiento para todo el mundo y todo el mundo podía progresar. Es así, era una realidad. La gente tenía ilusión, ésa es la palabra: ilusión.
El cambio se produjo en mí al cumplir 33 años. Entendí que la vida era hacer algo útil y que no se podía estar todo el día de fiesta, sobre todo con el dinero de los demás. Abandoné mis estudios universitarios (que más tarde retomaría) y empecé a prepararme unas oposiciones a Funcionario de Bibliotecas Públicas que luego no me saqué, pero al menos me entró un poco de seriedad en el cuerpo porque los trabajos de comercial que había tenido hasta entonces eran para estar de juerga toda la noche pues todavía no me había independizado de mis padres. Pero aquí hay algo que no entiendo: con 27 años me independizó de mis padres pero luego con 33 años estoy en crisis en la casa familiar. Creo que debió de ser algunas de las segundas residencias vacacionales que teníamos y además yo creo que estaba acoplado en alguna de ellas viviendo unas vacaciones y no me sacaban de ahí ni con agua caliente...¡Ya comprendo lo que pasó! ¡Me había dejado mi novia y yo no quería volver a trabajar! Pero tampoco es así porque mi novia me dejó en el 2008 y yo cumplí 33 años en el 2006... Así que ni idea de lo que me pasaba...¿Estaba entonces en el extranjero o en casa de unos amigos? ¡Ni idea de lo que pasó! ¡Han pasado veinte años!
¿Estaba trabajando en algo en la costa? Creo ahora que fue éso lo que pasó: me encontré trabajo de camarero en un chiringuito y me quedé a vivir en la casa de la playa...¿Y por qué me volví loco?
La vez aquella que entre en zonas de sombra con un eclipse en Leo o una luna llena en Leo y que descubrí que había gente muy humillada que quería vivir con dignidad porque me encontré en un local a unos seres humanos monstruosos que habían sido sometidos a duras terapias y consumido muchas drogas para parecer normales. Pensé entonces que me la tenía que pelar todo y llegó una noche con unas cuadraturas muy grandes de Plutón que ahora que recuerdo la filosofía de Epicuro me viene a la memoria que lo que puede significar placer no es lo mismo para todo el mundo y que si tienes dos veces al planeta Venus en tu carta natal no es lo mismo que si tienes dos veces al planeta Marte y para ti el placer no es lo mismo.
Entrar en zonas de sombra no crea un nuevo ego pero tampoco es orgullo herido, yo lo entiendo como una dosis extra de egoísmo y de falta de amor por el prójimo porque poner al otro por delante de ti puede ser muy cristiano pero no lo hace nadie y es curioso que al final el hedonismo se convierta en una relación autistoide contigo mismo. Los aspectos profundos de la psique al final construyen un marqueting que sirve para algo que tú no entiendes porque un espíritu interno toma tu alma. En el fondo no somos más que unos monos y éso es lo que pasa, que no somos más que animales evolucionados.
Aquí tengo un recuerdo que no entiendo: yo en el piso de Casites Blanques casi de madrugada comiendo muchas galletas con mantequilla que me sabían deliciosas porque los porros me habían dado mucha hambre. Pero cuando el piso de Casites Blanques yo tenía dieciséis años y no empecé a fumar porros hasta los veintitrés...¿Habré fumado porros alguna vez antes de esos años? Es lo mismo que lo de bañarse de noche en la piscina...¿Cuándo lo hice por primera vez? ¡Ha pasado de todo ésto 35 años!
Recuerdo un día de frío del 2023 que unos sesentones hablaban en un bar de que la juventud, el que puede, estudia carreras universitarias en los Estados Unidos porque los títulos que te otorgan las universidades españolas no valen nada ni en España ni en Europa ni en ninguna parte que no fuera Cuba o Venezuela y lo curioso es que entonces me acordé de una señora de un taller de Yoga y Mindfullness en el año 2012 que tenía a todos sus hijos estudiando en Inglaterra porque sabía que ésto podría pasar. España nunca ha sido un país serio pero al final lo que sucede es que nadie es feliz ahora con tanto cachondeo, el dinero se acabó, la risa va por barrios.
¿Cuándo empezó la moda espiritual en España? Mis primeros recuerdos son del año 99 cuando con mi amigo Fisherman nos hicimos colegas del dueño de un hotel de lujo que tenía a su madre viviendo en un balneario y que era seguidor de Marilyn Rossner y leía siempre el libro " Un curso de milagros" y en ese hotel empecé a escuchar las primeras charlas sobre espiritualidad que no tuvieran directamente que ver con la Iglesia Católica. Yo tenía poco más de veinticinco años y estudiaba Filología Hispánica y Derecho y al final no acabé ninguna de las dos carreras, realmente no las dejé ni por la mitad. Mi amigo Fisherman acabó en una secta religiosa donde le buscaron una novia y luego dejó a la novia y a la secta.
Pensabas un día de invierno que estabas en Casites Blanques bebiendo whisky en tu piso y que luego te bajabas andando por la cuesta donde un día apareció un coche sin luces. Pensabas en el bar del Olegario, que era muy feo y no le quería nadie, casi enano y casi cheposo, y que se tenía que ir siempre de putas para solucionar su problema sexual y sin embargo su socio era fuerte, alto y guapo y tenía mucho éxito siempre con las mujeres. Era entonces cuando soñabas que te encontrabas con Cristina en 1985 y que eras casi un niño en el supermercado de África con unas zapatillas nuevas.
Las lecciones espirituales te enseñan que querer ser un genio es oscuridad y que querer ser especial es oscuridad y que querer tener clase es oscuridad. Por éso todo el mundo tiene mucha oscuridad. Pero yo pienso una cosa: ¿En una sociedad igualitaria debería existir una educación superior? ¡Si ya el propio nombre lo dice: SUPERIOR! ¡Luego no todos tenemos la misma educación, ni la misma clase, ni los mismos estudios, ni el mismo intelecto! ¡No hay para nada igualdad aunque a la gente sólo le importe que no todos tenemos el mismo dinero! ¡Pero no hay mayor oscuridad que querer tener mucho dinero! Las lecciones espirituales te dicen que deberíamos aspirar todos a ser personas normales y corrientes y no querer destacar ni llamar la atención ni aparentar clase, educación, estudios o inteligencia! ¡Todos iguales! ¿Pero todos cosas bobas?
Las cosas no son siempre como uno las recuerda: todo el año 2021 y 2022 y hasta enero del 2023 sólo tuve un euro para salir y gastarlo en un par de cervezas en un supermercado que bebía en los parques, pero lo cierto es que de vez en cuando ganaba algún dinero por echar el Tarot y vivía más desahogado, aunque la verdad fuera al final que los días malos fueron muchos, no todas las veces.
Lo mismo pasó en 2015 y 2016 que yo recuerdo que fueron años en los que siempre hizo buen tiempo y yo estaba todo el día al sol bebiendo latas de cerveza en los bancos de la calle...¿Realmente fue así?
Las Laikers que tomabas los tres años que dejaste de beber, unas cervezas sin alcohol muy buenas que te tomabas con unas tapas de ensaladilla rusa...¿Realmente dejaste de beber tres años?
Recordar tus pantalones Levis negros y tu camiseta morada con casi treinta años de edad saliendo hacia el Padol and Henny a tomarte unas cerves en una noche maravillosa y con dinero que te sentías alto y fuerte, joven y guapo. Una gran cantidad de energía masculina que luego ahogaste en alcohol...y escribiste mucho sobre el tema, sobre ese gran día que era grande por tu gran estado de ánimo. Una sensación parecida en el Padol and Henny con la moda del café irlandés. Pero éso fue diez años antes.
En el mercado Delvaks de mi ciudad de origen comprando un día cangrejos de río para una cena de intelectuales con gafas de pasta donde confesó uno que tenía una pistola enterrada en un pinar y luego diez años más tarde te encontraste con dos tipos muy toscos y muy duros que habían viajado a Irlanda del Norte y contaban que los insultaron. Años ochenta y noventa de demasiada agresividad en el ambiente, guerras larvadas, lucha de clases y terrorismo en una ciudad que realmente era más franquista que postfranquista todavía viviendo una juventud empapada en alcohol cuando todavía se me estaba desarrollando el cerebro y éso antes de los años que llegaron las drogas.
Me faltan datos para entender que fue la Transición política que vivi con dieciséis años y en adelante en España. Yo era demasiado joven como para entender qué significaba para los demás dejar de vivir en dictadura y empezar a vivir en democracia. En mi ciudad todo seguía igual: la policía era la misma y los jueces y los políticos. Tuvo que pasar mucho tiempo para que algo cambiara pero yo sólo me preocupaba por estudiar y las chicas y hacer mis primeras actuaciones en el teatro, después dejé mi carrera como actor sin haberla iniciado casi, antes de los ocho años que viví en Madrid, trabajé de comercial y vendiendo queso, vino y enciclopedias.
En Madrid me lié con la dueña de un videoclub, no me di cuenta de que era una chica que no valía para nada y que su familia le puso un negocio hasta que se mató en un accidente de coche y me lo dijeron en el entierro, al parecer todo el mundo la odiaba y formaba parte de una familia muy rica, yo no me enteré de todo ésto hasta que robando una Vespino me caí por un puente y me lo contaron en el hospital, la moto era de un amigo mío y me perdonó al ver mi brazo roto. En Madrid no me metí en las drogas porque ya me había metido en las drogas en Valladolid, una cosa que si que hice fue tomar anfetaminas. Con las anfetaminas me tiraba toda la noche despierto y de madrugada por el puente de los franceses me encontré con un loco que era exactamente igual que yo pero no me dio miedo pero a él sí. Fue entonces cuando me di cuenta de que el mundo en el que vivimos no es real.
Ayer sólo tenía 2,50 en el banco, entonces pensé en irme al supermercado de la entrada del pueblo porque venden a 89 céntimos latas de medio litro de cervezas IPA ( ese tipo tan bueno de cerveza hindú) y me fui andando y por el camino se puso a llover y de repente se fue la luz y yo que tengo dos dioptrías de miopía en cada ojo pues casi no podía ver nada y luego por la calle no había nadie porque estaba lloviendo no, porque es que no vive casi nadie por las urbanizaciones del alfoz, están desiertas, son casas vacías...y cuando llego al súper me encuentro un gran agujero de arena y las excavadoras trabajando, un flipe, ya no existía el supermercado de las cervezas IPA y pensé " no tengo amigos ni novia ni dinero casi y salgo al supermercado a comprarme unas latas y no tengo supermercado tampoco" entonces me sentía muy desgraciado en medio de la lluvia y la oscuridad cuando de repente salió la luna llena y lo iluminó todo y dejó de llover. Sentí que Dios estaba conmigo y que en este mundo hay un orden superior, recordé entonces que llevo toda la vida así, viviendo en entornos deshabitados y casi sin servicios en los que es fácil perderse y no ver a nadie, lo mismo en Madrid, en Barcelona y en Bilbao...en todas las ciudades en las que he vivido he acabado solo en núcleos de población urbana descongestionados donde no había nadie y era fácil perderse y todo era un erial.
Realmente si con catorce años yo medía uno setenta y pesaba 42 kilos, yo era anoréxico y si luego con dieciséis y 17 años medía uno setenta y cinco y pesaba 56 kilos, yo seguía siendo anoréxico. Un veraneo me llamaron " Tumbita" porque yo no era más que un costal de huesos.
Aquel invierno de la plaza Trinidad fue en el año 2017 pero hubo buenos momentos en el año 2016 y 2015...Creo que fue en el año 2016 cuando conseguí, la verdad, un dinero importante trabajando para una empresa de Marqueting Digital y entonces iba al bar El Vacío a beber cerveza de calabaza y cogía libros de poesía mayormente de la biblioteca pública de San Comunidad y al final lo pasaba bien en El Vacío con las cervezas fuertes (pintas) mientras leía poesía y recuerdo que en el bar La Santa María tomaba unas tapas deliciosas con cervezas tostadas y a veces iba al bar Ángel Luis que estaba en la misma zona pero había días con menos dinero que sólo podía comprar latas de cerveza en un supermercado y me las bebía en un parque. Recuerdo que S la camarera me trajo una botella de Capitán Morgan pero en el bar del Roquer Aries bebía ron Santa Teresa con Cocacola. Todavía no me había hecho youtuber y a veces me entraba hambre y en el quiosco compraba Risquetos y Garrochitos. Solo, siempre solo. Tres años así.
Un día quise cambiar de zona y me fui por los bares del paseo y no fue una buena idea, me quedé solo viendo las luces de las maquinarias un poco embobado, gente antipática pasando frío. Y recuerdo un día de verano hablando con unas jarras de cerveza con mi amigo Perico pensando que realmente yo no necesitaba amigos y que prefería estar solo y hubo un día en el que cerca de un instituto recuerdo que abrieron un bar de lucecitas rojas pero no lo encontré y recuerdo que cerca de una mercería un día así que hacía bueno paseando pensaba muchas cosas bonitas y en el bar en el que con mi amigo el triste nos encontramos a la bruja Avería pues llegó un señor que era taxista hablando de que se fue a vivir a Madrid y se encontró con un amigo que no veía desde hacía veinte años y que también se fue a vivir a Madrid y que, claro, que las casualidades no existen( sobre todo si se va todo el mundo a vivir a Madrid)
Creo que era por el año 2014 que me cogía unas borracheras horrorosas y luego me echaba en el sofá hasta la hora de la cena pero también también iba a beber mucho antes de comer y luego me echaba la siesta (Crono 11.11) y me despertaba a las ocho de la tarde. Bebía más o el alcohol me sentaba peor o las dos cosas. Y de dinero bien, gracias.
No me recuerdo haciendo una sopa, me recuerdo siempre en la calle y bebiendo y estando solo he comido comida basura, latas, precocinados y bocadillos y sí: todo el tiempo en la calle. Aquella mujer que era un taponcito bebiendo unas jarras más grandes que ella y que fue casi tu amiga fue por el año 2012, cuando ni siquiera tenía internet y escribía en mis blogs a las doce de la noche desde un bar cerca de un centro de salud psiquiátrica...es así, la verdad. Yo a veces me quedaba dormido en un banco después del trabajo, me despertaba a las cinco de la mañana y después me iba a las nueve a trabajar y acababa a las dos y empezaba a emborracharme y acababa en un banco dormido y luego por la tarde a ver películas hasta que llegaba la hora de irse al bar, trabajaba media jornada, descansaba mal, vivía solo, me alimentaba mal y tenía no más de dos amigos que eran además dos enfermos mentales y no salía con ninguna chica, para compensarlo me llevaba bien con mi jefe.
El bar dónde escribiste una historia de una chica con un paraguas de colorines sólo para ver pasar a Cristina, es un recuerdo de 1994, cuando estabas muy enamorado y eras como una cosa tonta, pero entonces el alcohol ayudaba. Y la marisquería de la calle Don Quijote desde cuyos ventanales veías de sobra si salía Cristina de su portal ya es un recuerdo de 1995... seguías estando enamorado y realmente te dio muy fuerte. Pero los recuerdos de querer cambiar de zona de bares y marcharte con muy pocos billetes a unos bares en una zona en la que nadie te conocía ya es un recuerdo de cuando ya no querías a nadie y estabas de alguna manera no sólo dolido y solo sino también triste y solitario y sin vida interior y éso ya era por el 2015 o poco más tarde y sin embargo hacia el año 2008 o 2010 había un mesón asturiano con unas sidras muy alcohólicas y donde te lo pasabas bien y había amigos además y se tenían poco más de treinta años y aunque ya estabas sin novia, te pensabas que te podía salir una en cualquier momento, se era más optimista. Luego vinieron muchos escarmientos y el corazón se enfureció y ya se vivía triste, melancólico y apagado y casi sin esperanza y cuando por fin cumpliste los cincuenta años, ya eras un señor muy mayor.
Un día con mucha influencia de Plutón y de Marte pensé en dejar mi trabajo de poeta y estudiar Medicina, pero todo me llevaba a dejar mi labor como youtuber, las circunstancias modifican y condicionan...¿Cuándo había tenido complejos e inseguridades y malos momentos y malos rollos? ¡Siempre había sido un tío muy feliz porque siempre había sido un tonto feliz! Adquirir de repente más inteligencia y sabiduría me hizo pensar las consecuencias de mis actos y de repente viví sin libertad y bajo la censura de mí mismo y de la gente bienpensante. Me había convertido de repente en un viejo apocado y ridículo pero los de mi edad que no lo eran se volvían miedosos. Era la crisis de los cincuenta que te trae mucha sensatez y estaba harto de tanto sentido común. Si el futuro era ser un viejo loco, no lo sabía.
Procuro siempre no hablar con gente amargada y resentida, no quiero gente negativa en mi vida pero por mi formación religiosa yo he entendido que estoy en este mundo para ayudar a la gente y al final he sido el confesor y el paño de lágrimas de gente mala y complicada que nadie podía soportar...¡Dios lo quería así!
Aquella vez que en Casites Blanques una alemana muy guapa me pidió un cigarro en el hotel de los belgas pero mi amigo salió al quite fue emocionante para mí y escribí sobre éllo y tendría veintiséis años. Y recuerdo el hotel de los belgas de Casites Blanques con mucho cariño y en agosto del 2022 con mucho cariño volví a ir treinta años después y en compañía de mi amigo Víctor que había pedido una excedencia por sufrir un infarto y tenía detrás a chicas porque esperaba cobrar una herencia, entonces me quisieron vender unas latas de cerveza baratas y de baja calidad a muy alto precio: el mundo había cambiado.
Recuerdos de lugares que no eran tan bonitos pero que te gustaban, de playas que tenían piedras grandes pero que te gustaban y aquel día en la casa de Cantarranas lujosa y amplia de Valeria pues te diste cuenta de que llegó un hippie a hablar de una playa donde llovió en todas partes menos en el sitio en el que él estaba, y esas cosas pasan.
Aquellos subidones de felicidad en discotecas y hoteles de la costa siendo muy joven porque hacía una noche estupenda y recibías una gran cantidad de energía del cosmos y todo parecía fluir mágicamente, desde luego que era así y no era de otra manera...pero una noche...¿Qué te pasaba? Arrojaste con mucha fuerza y violencia el casco vacío de una litrona a una casa en construcción donde no había nadie, no te sentías feliz y sin embargo tenías amigos, dinero, juventud, mucha salud y estabas en uno de los lugares más privilegiados y lujosos del mundo...sin embargo aunque se tenga todo a veces toca pasarlo mal y no entiendes por qué, y luego no teniendo nada hay días muy buenos también...y tampoco lo entiendes.
Un recuerdo me viene ahora de la esquina de una playa en Tenerife que como había llovido me recordaba a Gijón. Realmente era una esquina rota, la misma que vi en Menorca cuando fui a bucear. Los recuerdos se tambalean un poco y no se entienden bien y los ato al recuerdo del concierto agobiante un día por la mañana que hacía muchísimo calor y que la gente se empujaba, después llegó el postureo con Charlie y Tindsey en un concierto de jazz con tubas y todos haciéndonos los inteligentes y hablando de las novelas que habíamos leído y de lo cultos que éramos: los años del cine de autor y la burbuja intelectual.
Pero tal vez los recuerdos no sean de Tenerife y de Menorca.
viernes, 23 de diciembre de 2022
Recuerdos 4
A las siete de la mañana me citaron para trabajar en la obra y llegó el día y no fui y las obras eran una ampliación del Hospital Clínico Universitario donde veinte años más tarde, los locos desde la planta quinta, psiquiatría, te saludaban con pañuelos morados de colores y tú estabas en la pensión de enfrente comiendo Garrochitos de tu amigo Carlos que tenía un quiosco y quizás recordando cuando diez años antes recogiste las fotos de la publicidad de una óptica que eran dos chicas muy guapas pero con gafas, en la etapa en la que las mujeres te hacían perder la cabeza y en el bar de al lado te habló un señor muy importante que te conocía y que trabajaba para la Junta de Castilla y León, por supuesto que era de la secreta...¿En qué estabas metido? Han pasado treinta años de todo éllo. El bar era una whiskeria...¿Las whiskerías del Duque? ¡Las whiskerías del Duque nunca existieron! ¡Sólo estaban en tu cabeza! ¿Entonces dónde bebías whisky? ¿De verdad que te sacaste el Bachillerato Nocturno en los bares? Aquí hay algo que huele muy mal. Los bares marginales de gente rara donde acababa la zona del Huevo, camino también del Hospital Clínico, por ahí te encontraste a la modelo bajo el signo de Aries y te la quedaste mirando y te dijo:
--Soy como un mono.
Cumpliste dieciséis años cuando te quisiste hacer Mod y cuando fuiste a tu primera discoteca diciendo que pertenecías al equipo de Colacao de esgrima y riéndote mucho de las canciones chirimoya. Inocencia a unos niveles tan espectaculares que teniendo dieciséis años era como si tuvieras doce para esa época pero es que sería como tener cinco o seis años en los tiempos que vivimos ahora y querías ser Mod porque en los años ochenta el Cosplay eran las tribus urbanas y había punkis y rosiers y heavies y esost y toda una fauna y una selva de gente que realmente salía de su casa disfrazada y se juntaba con gente que salía de su casa a disfrazarse, pero todos vírgenes con treinta años.
¡Qué fantástico ha sido todo ésto de haber vivido los años ochenta aunque tan sólo fuera un niño: una crisis, el terrorismo disparado, la heroína por todas partes, 5000 muertos al año en accidentes de tráfico sólo en España, la laca en los pelos de colores, los pantalones bombachos, maquillarse como si realmente estuvieras muerto y todos solos en este mundo porque el prójimo era sólo un obstáculo que había que superar para alcanzar el éxito!
¡ Y el éxito era la medida de todas las cosas!
Has cumplido cincuenta años y estás pensando a nivel espiritual qué es el éxito...para algunos el éxito es poder comer un día más y para otros comprarse una mansión en Las Vegas. Mientras haya en este mundo gente que gane millones y gente que no tenga nada, nunca seremos iguales pero tampoco podemos ser iguales si unos son muy inteligentes y otros son tontos del culo.
¿Tenemos que ser todos pobres y tontos del culo para que haya igualdad?
Me parece a mí que éso es lo que está pasando.
Una noche vinieron a buscarme con una botella de Bourbon mientras hacían chistes y contaban gracietas y disparaban una pistola simulada, yo tendría que haberme quedado en la cama aquel día, luego vino mucho follón. Necesitaba descansar, estaba agotado de llevar dos semanas de fiesta y tendría que haber estado en mi casa durmiendo, también tenía veinticinco años. Luego, mucho tiempo después, reflexionas sobre el asunto y ha sido una pasada cómo hemos vivido en España...¡Cómo si no hubiera mañana!
En fin, que en alguna otra noche de calor, más o menos me he arrastrado a los reservados más distantes de la discoteca a echar un sueñecito...¡Ha sido agotador divertirse tanto, estar todo el día de juerga! La salud al final se ha resentido ( la salud mental sobre todo)
Los deseos son los que producen infelicidad porque si no deseas nada en esta vida eres feliz. Es curioso pensarlo ...¿Pero qué hemos venido a hacer en este mundo? El que se piensa que tiene una misión espiritual y que tiene que ser, por ejemplo, el portavoz de su generación o el líder mundial de las clases oprimidas, a lo mejor tendría que estar ordeñando a la vaca y a lo mejor alguno que se gana la vida cuidando cerdos es más sabio que Séneca pero como nunca dice nada no lo sabe ni su novia.
A ver, hay algo que sí que entiendo:
A) Hay que generar recursos propios.
B) Hay que tener un medio de vida.
C) Hay que tener una vida adulta: tener una casa y un coche y poder pagar con tu salario las facturas del agua y de la luz y comida y ropa...
¿No tenéis la sensación de que somos todos como niños pequeños si papá estado nos da una paguita y vivimos todos alquilando una habitación en un barrio obrero pero sin trabajar y diciendo por las redes sociales chorradas como castillos?
El éxito consiste en ser muy exigente contigo mismo pero muy indulgente con los demás y no hacerle reproches nunca a nadie por nada, pero por otro lado todo es lo mismo. Juzgar a las personas por en nivel socioeconómico no tiene sentido cuando todos somos unos desclasados pero darse importancia a uno mismo puede valer, pero para uno mismo, claro. Querer brillar, querer destacar, querer ser el gran genio de la humanidad y el portavoz de una nación contrita es lo que se nos ha vendido primero para vendernos después que realmente no somos nadie, ya nos cansamos de escuchar a los demás y ahora no queremos escucharnos ni a nosotros mismos...¿Qué ha pasado en este mundo en poco tiempo? ¡Hemos desaparecido! ¡No somos nada!
El Rewind donde un día ligaste con Deivid con unas extranjeras que querían cantar en el karaoke y te fuiste a la playa con ellas hasta las seis de la mañana y la noche con música de Dover que Deivid estaba nervioso porque venía a buscarle Cris pero a ti no te lo quería contar o esos años del coche rojo viejo por los matojos hablando de la serie Padre Coraje que fueron los mismos en los que escribiste un cuento de madrugada y borracho sobre una chica que trabajaba en un casino y que luego perdiste y que ahora no recuerdas de que iba o esos años de las motos a reacción que eran del dueño del chiringuito donde trabajaba el que fue novio de Tindsey, pero ya sin Tindsey y en 1996.
Y todos los años que has olvidado pero que sin embargo te lo pasaste muy bien.
En Casites Blanques una noche maravillosa de agosto te fuiste con tu riñonera llena de marihuana a fumar a los parterres del césped y detrás había un murete y detrás unos árboles y muy fumado empezaste a sentir la presencia de los árboles y la brisa entre las hojas y después los árboles se convirtieron en espíritus y los espíritus de los árboles te hablaron y te contaron que todo tiene su propio espíritu y luego te pasaste dos semanas seguidas soñando que las plantas te hablaban, hablando en sueños con las macetas y los setos. Tendrías veinticuatro años, te dabas cuentas de que estas cosas no se aprenden en la universidad, que por éso hay que tener un poco de calle aunque también saber un poco de todo y siempre eres un alumno pero a veces te das cuenta de que tienes que convertirse en un maestro, porque es lo ordenado.
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RECUERDOS 3
Pirarte las clases de la universidad para hacerte de un club de ocio y tiempo libre y alquilarte unos patines en línea y con ellos rodar por las aceras de San Pancracio, toda la mañana así mientras los profesores de Literatura Comparada hablaban del Barroco. Sabías de sobra que tu título universitario de Literatura Comparada del Barroco nunca te iba a servir de nada, lo mismo que tu título de Adaptaciones Literarias al Cine. Pero lo sabías tú y lo sabían todos y además todavía eras un niño, nunca habías estado con una mujer y lo que hacías era volver a los bares aledaños a tu instituto para recordar viejos tiempos de la misma manera que cuando estabas en el insti te gustaba volver a los bares cercanos a tu colegio para recordar un pasado que nunca conseguías dejar atrás. Pero un día todo se hizo con ordenadores y te compraste un PC.
Recuerdas que tendrías dieciséis o diecisiete años y tal vez dieciocho y te saliste de tu cuerpo. Nada más llegar o casi a tu piso de Casites Blanques en unas vacaciones, te dio un colapso nervioso y empezaste a gritar frases que no recuerdas y al final acabaste tu discurso diciendo:
--"El espíritu que camina, el hombre que nunca muere"
Y recuerdas que diste luego un gran salto y llegaste hasta el techo pero lo que pasó es que tu alma se había salido de tu cuerpo.
Recuerdas con mucho cariño cómo con veinte años te fuiste a una discoteca de la Costa del Sol y te pusiste a recordar borracho cuando empezaste a fumar tabaco con dieciséis años. Siempre eras un nonstálgico de tu pasado, no lo conseguías dejar atrás y nunca conseguías superar etapas y todo era al final un merengue y un puzzle que hacían una tarta o una empanada difícil de digerir.
Un concierto de ópera en León que era como ver una postal o una foto cuando te diste cuenta de que todas las chicas se llamaban igual.
Bailar pasodobles por los pueblos con unas manos muy grandes y los brazos muy largos y con veinticinco años y pasando un poco de frío pero te daba igual.
El muro del bar El Pirata y tú con cervezas encima dándote de cabezazos, realmente debió suceder éso pero años antes había un banco sobre un césped mirando al mar desde el que escribías cartas de amor y supiste después que también mandaste unas fotos que hiciste de cuando aprendiste a revelar filminas con el método E9 en la Formación Profesional de Imagen y Sonido, así que estamos hablando de 1998. Ahora todas las fotos se hacen en digital. Pero lo curioso es que supiste que mandaste hacer unas fotos sobre unas filminas en un lugar de veraneo pero no recuerdas dónde escribiste, en qué diario, que ésto fue así, pero lo supiste mucho después. Hubo a veces tres meses de vacaciones pero eras demasiado niño todavía, recuerdas cuando los meses de vacaciones eran dos. Recuerdas esos primeros días de septiembre del año 2003 en un karaoke donde con un sombrero mejicano cantaban y bailaban las camareras porque no había casi nadie en el local y querían animar el ambiente. Cayeron cuatro o seis cervezas y un par de copas, siempre agradecerás haber tenido dinero suficiente para tus vicios. Llamaste con el móvil a un amigo que tenías en Madrid para contárselo. El móvil era como un ladrillo.
Hay como tres pasillos dimensionales: el primero el muro de El Pirata y el segundo el bosque de las náyades y el tercero el patio de columnas de la plaza de Hipólita y allí recuerdo que una vez éramos treinta o cuarenta personas, todos chicos jóvenes, y desapareció David el Kata cuando lo que pasaba es que todavía no había llegado y luego no es que todos nos perdimos, es que la gente desapareció por arte de magia. Yo había estado fumando hachís y creo que lo que pasó es que perdí la noción del tiempo y me quedé solo y no había nadie recuerdo en un segundo pero pudieron ser horas pero éso fue antes de la hora de comer y lo enlazo con una borrachera colectiva en la que todos hablábamos a gritos muy alterados y había hasta eco.
Minipisos para vivir, minipisos asombrosos en el barrio de Lavapiés en Madrid que antes eran tahonas a pie de calle donde se hacía pan. Me recuerdan al ático modesto en el que viví con 28 años en el barrio de Chamberí en la capital de España. La vida de un hombre se puede reducir a unos pocos metros y no pasa nada. La vida de un hombre se puede reducir a unos pocos metros y sin embargo ser feliz.
Asientos de cuero blanco y mucha luz fuera y buen tiempo, desde luego. Y a lo mejor tenías que entrar en el servicio y entonces recorrías todo el bar y entonces te dabas cuenta de que estabas en un bar muy lujoso, antes fue el negocio de una australiana.
El bachillerato nocturno iba genial, los dos últimos años limpios y en la universidad los estudios de Filología muy bien con sobresalientes en Crítica Literaria y viniendo de un examen en Selectividad en el que habías sacado un nueve y medio sobre diez en Filosofia, pero conociste a Cristina y perdiste completamente la cabeza por ella...¡Las mujeres fueron tu perdición! Derivaste en un poeta oscuro y romántico con un jersey de mezclilla y gafas de pasta. Veías perfectamente, era todo una pose y una moda, las gafas que casi no tenían graduación. Encontraste en una casa de un pueblo que compraron tus padres un libro sobre astrología y empezaste a estudiar esoterismo, internet todavía no existía, la casa había pertenecido al sacerdote del lugar...
Luego todo está muy confuso.
El gran vertedero junto al mar lo asocias al arenal de una finca de la familia, son paisajes distintos sobre los que ya no escribes pero recuerdas que había un motor para subir el agua y que a veces no funcionaba en ese pequeño mundo en el que vivías y una vez con mucho calor enloqueciste y te pusiste a buscar por el bosque plantaciones de marihuana que no existían y antes en el campo de fútbol te encontraste con la pequeña delincuente.
Luego recordar que imaginabas que vivías allí bebiendo whiskies en invierno y que bajabas por la cuesta donde un día viste aparecer un coche sin luces y ahora recuerdas haber subido por esa cuesta varias veces pero como aburrido y mal emocionalmente de camino al prado. Todo es muy extraño ahora, cocinabas salteado de verduras, bailabas.
Catorce años viviendo en un humilde barrio obrero después de independizarte de tus padres y trabajando en el sector inmobiliario y en el del Marqueting Digital, todavía conservaban tus familiares alguna casita en la playa durante las vacaciones pero tocaba trabajar y ya no te ibas a tirar de vacaciones en la costa desde que acababa el colegio, el instituto o la universidad, hasta que volvían a comenzar las clases y por otro lado con treinta años largos ya no te apetecía tanta fiesta y sí sentar un poco la cabeza. Al final conseguiste trabajar quince años seguidos lo que te daba ya para una pensión no contributiva al menos y recuerdas esos veranos con toda tu familia y amigos en la costa y tú solo por tu ciudad castellana vacía...¡El tonto que se había quedado a trabajar! Y sin embargo te lo pasabas muy bien, en tu barrio humilde había piscinas públicas del estado y tú te ibas los findes con un bocadillo y unas latas de cerveza que al acabarlas tirabas a la papelera. Te llevabas lectura también, mirabas a las chicas...
Es curioso que fuera por la misma época por la que te daba por leer filósofos orientales y luego escribías de esoterismo en tus blogs, debió ser todo aquello desde que volviste de pasar ocho años en Madrid y te instalaste en tu ciudad provinciana que aunque no tuviera mucha vida y muchos estímulos culturales era mucho más pacífica y tranquila y te daba confianza. De esos catorce años trabajando y viviendo en un humilde barrio obrero, siete te los pasaste en pareja y siete solo. Luego la crisis del 2010, y unos años rarísimos en que cobraste el paro pero el presidente de España Zapatero después de agotar el paro te dejaba pedírtelo otra vez ( se llamaba plan Prepara) y se podía cobrar el paro tres veces seguidas, así que te tiraste tres años sin trabajar escribiendo novelas y poesía...¡Y todo el mundo estaba haciendo lo mismo: todo el mundo viviendo sin trabajar y escribiendo su novelita o sus poemas! Al final llegó Amanecer Dorado al poder y la sociedad colapsó y tu perdiste tu casa y viviste de pensiones y la Cruz Roja te hizo firmar que te daba una paguita de 250 euros a cambio de que no ejercieses la mendicidad...¡Firmé que nunca sería un mendigo! y aún así acabaste viviendo de pensiones con un poco de dinero por escribir artículos publicitarios en internet...y luego lo que todos sabemos: los indignados del 15 M del que salió el partido político Podemos, la gente viviendo en tiendas de campaña por las plazas, un millón de empresas a la ruina y más de seis millones de parados. Tocaste fondo, te volviste loco y acabaste en un albergue de caridad y en el 2016 te tocó volver a vivir con tus ancianos padres y te enamoraste de una polaca...
En 2020 vino una pandemia y luego una guerra mundial.
Recuerdos ahora que se esfuman, mucho tiempo prefiriendo estar solo y quedando con los amigos nada más que el tiempo imprescindible. Gente que luego conoces y con la que no te trataste en treinta años pero que estaban en la misma zona que tú. Hablar de todo sin tener mucho conocimiento, hablar por hablar con cervezas o copas de más o incluso drogado. Hablar sin tener idea de nada pero como si supieras mucho eliminando a la vez y expresando ego y energía nerviosa. Recordar jugar a las máquinas en una pizzería viniendo del colegio, grandes reflejos se tenían. A lo mejor valías más que muchos pero no querías que se te notara. La gente no era buena ni mala y tú eras casi un niño. Después te hiciste un hombre en una sociedad perversa.
RECUERDOS ( 2)
Tu amigo el triste por el bar Huevo y la zona de marcha de Trinity Plaza, antes de beber por las terrazas con el buen tiempo y de los señores arquitectos que se relacionaban con jovencitos muy peinados con gafas de pasta, antes de que todo éso fuera normal y que las chicas se hicieran coletas. Antes del rencor por haber sacrificado tu libertad por comodidad, antes de la guerra mundial y el fin del mundo, tu amigo el triste con camisetas negras y anillos de plata en los dedos sin dejarse crecer el pelo porque lo tenía rizado y los bares de gastar pocas pesetas en vinos muy baratos, cabezones y amargos.
Aquella vez que el profesor de Historia te dijo que las bibliotecas eran un buen sitio para ligar porque sabía que tú te pasabas el día en las bibliotecas, pero era por el placer del conocimiento. Recuerdas estar rodeado por un sinfín de números que eran muescas y las muescas eran máscaras y los farsantes se convertían en libros y cada tomo, una mentira.
Una tarde por el barrio de los Vadillos, un día así que hacía bueno, estabas de un excelente humor. No tenías un duro, te quedaba algo de tabaco, pero estabas feliz. Ibas a alguna parte y de repente el barrio parecía que no se acababa nunca, viste un parque al final. Tenías proyectos nuevos e ilusión para emprenderlos. Mirabas a la vida con optimismo. Han pasado doce años. Sólo.
Tendrías treinta años cuando te fumaste dos porros en Málaga y te bebiste dos bebidas energéticas e igual te tomaste unas anfetaminas, y esperabas que llegara tu novia a visitarte. Habías alquilado una habitación en un hotel.
Por la misma época te recuerdas en Málaga con tu amigo Deivid cogiendo el metro. Lo que pasa es que en Málaga no hay metro, pero tú recuerdas perfectamente como hace veinte años estabas en Málaga con tu amigo Deivid y cogisteis el metro...¿Qué es la mente?
RECUERDOS ( 1)
Cuando pasaba hambre y vivía de pensiones y a lo mejor comía al día media barra de pan con un poco de salsa de tomate, recuerdo haber pasado cerca de una iglesia que estaba junto a un río pensando que había llegado mi hora.
Recordabas cuando salías a beber a aquel bar de la calle Manteri que estaba al final y veías a ancianos jubilados. Eras un chaval que salía a beber desde las seis de la tarde y en los bares de la calle Manteri sólo había jubilados y te dabas cuenta de la población tan envejecida que había en tu comunidad. No había casi chicos de tus años, erais muy pocos. La verdad, muy pocos. Rodeado de viejos bebías pero los bares eran todos para ellos, esparcidos, diseminados por toda la ciudad y luego supiste que se había creado una zona de ocio para la juventud, pero a tí no te apetecía adocenarte. Sabías que vendrían los años oscuros, lo sabías de sobra. Luego llegó la burbuja cultureta y todos querían ser literatos y escuchar música clásica. De niño había suelo de adoquines en la ciudad pero luego se quitaron porque los adoquines en caso de revuelta social podían ser extraídos del suelo y usados como arma, pero recuerdas que la ciudad estaba muy bonita con los adoquines, parecía plateada. Luego llegaron las aceras de alquitrán negro que cuando llovía mucho brillaban, los tiempos de la masificación en las universidades, de la educación superior gratuita. Todo el mundo se creía muy listo. No teníamos Internet, se leían libros. Había más derechos, libertades e inteligencia y aunque la diferencia entre clases muy grande fuera, no había rencor. Recuerdas tus pasos de niño por esas calles adoquinadas presuroso a comprarte pasteles y luego ya de jovencito por esas calles alquitranadas a beberte cervezas.
Un día hubo una huelga de basuras y la suciedad se adueñó de las calles, tú estabas borracho como siempre entre las bolsas negras. Fue una especie de aventura. Lo recuerdas con decoro. No sabes qué pasó después, todo se llenó de gente rara: tatuajes, piercings...la gente empezó a perder los modales, la educación y a creer en tonterías.
Las iglesias se quedaron vacías.
Los autobuses de los hijos de los jornaleros que no podían vestir con ropa bonita, llegando de los pueblos a la ciudad para estudiar el Bachillerato, luego también fueron a las universidades públicas y gratuitas que realmente no eran ya exactamente universidades sino centros cívicos y cuyos títulos sabíamos que un día no valdrían nada. Tú te hiciste amigo de dos hijos de jornalero: el Masca y el Gran Pelotas y un día no los volviste a ver pero sabes que ahora deben ser jueces o fiscales. Tú has visto prosperar al hijo del obrero, el ascensor social funcionaba en España y el trabajo de obrero y de jornalero que no querían hacer los hijos de obrero y jornalero, los hacían los inmigrantes negros y todos tan felices. Todo el mundo prosperaba, la gente humilde iba a más y los trabajos de la gente humilde los hacían inmigrantes del tercer mundo viviendo ahora en un país próspero y en paz donde ya no existía el hambre y la guerra pero un día existió.
Tanto interés de la gente humilde por prosperar en los años noventa con tanto sacrificio, dinero y esfuerzo para que ahora en profesiones liberales ganen unos trescientos euros más que si fueran cajeros de supermercado.
Los pisos humildes construidos al lado de la urbanización El Rosarilo junto a lo que era un bar arriero y entonces te acordabas del bar El Arriero de Valladolid cuyo nombre se puso en honor a la gente de campo pero que luego se llamó La Peseta en honor a la moneda nacional. Los bares arrieros eran todos parecidos en Castilla y en Andalucía: mesas rústicas de madera gruesa no noble y jarras de barro para beber clarete a cuatro duros, no había más. Escuchar música era de blandengues o de hippies. La gente trabajadora era seria entonces y no quería tener apetencias burguesas porque sabía que éso les debilitaba. Bares arrieros en honor al sufrido campesino de Castilla y de Andalucía existieron desde los cincuenta hasta los ochenta, luego esa moda se cambió. Nos volvimos todos mucho más finos. Ahora todo es diseño.
Fue en el año 2006 cuando fuiste al hotel a ver un espectáculo de magia en inglés y a escuchar tocar el piano a un hombre serio con pajarita y no tomaste copas porque pensabas que estarían muy caras pero te tomaste seis cervezas y fumaste tabaco de liar, diez años antes estuviste en el mismo hotel con Deuvi y te fumaste unos cacharros y escuchaste luego salir voces de la piscina el mismo año que fumaste marihuana en una caravana de un hombre que cuidaba ancianos y viste monjes agacharse a través de la ventanilla. Y en el 96 con Saturno en Piscis pero con Plutón en Sagitario otra caravana al lado de una playa de piedras negras con dos chicas muy guapas y una se llamaba Isabel.
Fue en 2019 o 2020 cuando saliste a celebrar tu cumpleaños pero no tenías dinero ni novia ni amigos y cogiste el teléfono y quisiste invitar a familiares y gente del pasado pero nadie vino y hacía además mucho frío en la calle y hablaste con tu jefe, que ya no te daba trabajo, sobre un anticipo y te cayeron quince euros y recuerdas que al final te llamó una tía muy mayor para aconsejarte prudencia porque se pensaba que celebrarías tu cumpleaños con muchas chicas, muchos amigos, mucho dinero y muchas novias. Lo que no sabía todavía tu tía es que ahora eras pobre.
Aquella tarde con una litrona comprada en el súper que saliste a escribir " Los primeros predicen" y que por alguna razón nunca olvidaste, salvo que debió ser muy por la mañana o aquel día con tu camiseta morada y tu pantalón de deporte naranja que también otro litro en el súper y colocón gordo en el césped del Rafael o en el cementerio, pues tendrías veinte años o menos, lo recuerdas bien. Pero todo es más confuso en aquella discoteca donde recordabas cuando empezaste a fumar tabaco. Es todo muy extraño porque recuerdas muchas sillas y muchas mesas y muchas cervezas y mucha gente y todo al aire libre, pero tú al mismo tiempo escuchabas música en un local. Puede ser todo un recuerdo inventado por tu mente.
Josechu y Cesáreo que se fueron voluntarios al ejército, tus amigos de los catorce a los diecinueve años, entonces ibas con ellos a la Patata Brava o al Olarf-Bar antes de ir a la discoteca Campus y todo estaba justo en la misma zona, han pasado treinta y cinco años. No había internet ni Netflix ni Canal Satélite, se leían muchos libros, se iba mucho al cine, se escribían cuentos o novelas, se ligaba con amigas de amigas y amigos, en los bares, en las discomovidas, en los clubes de ocio nocturno. Por un lado Josechu y Cesáreo y por otro Manu que se fue a Alemania a trabajar y estudió una FP de óptica para fabricar gafas pero luego trabajó de guardarraíl. La vida...¿Tú qué hacías mientras los demás hacían cosas? ¡Beber!
Te encontraste en un bar al profesor particular de Griego que tenía siempre un orzuelo en el ojo y calculas que debió suceder por el año 2008 y entonces tienes la sensación de que no habías dejado de beber por aquella época, recuerdas ahora el bar dónde ibas y que te gustaba porque tenía cervezas Leffe y Judas, así que igual estamos hablando del año 2010, no lo recuerdas bien. La sensación es de que tiene que ser antes, pero después del 2007 porque ya no vivía tu novia contigo pero antes del 2014 que te fuiste a vivir a un pueblo y perdiste tu casa. No lo recuerdas bien porque del 2007 al 2010 no bebías, tiene que ser del 2010 o 2011 pero entonces en esa época vivías de pensiones, ahora piensas incluso que pudiera ser de cuando salías a beber solo porque tu novia trabajaba...¿Pero qué más da ya?
Los tintos con limón con Jaba, no recuerdas qué año era. Seguro después del 2003 pero antes del 2008 o tal vez entre 1999 y 2000, no porque entonces estarías fumando droga. Tuvo que ser entre 2006 y 2008, pero el 2007 no. Pudo ser 2010 y 2011 también...¿Qué más da ya?