Hoy estaba de viaje por ahí en una ciudad muy chula con una chica que no sé si era japonesa y luego quedaba con Cris porque había escrito un nuevo libro. Yo iba con mi nuevo libro publicado y estaba muy contento, venía de un largo viaje y entonces llego a la casa familiar, me arreglo y me pongo mis zapatos Castellano que llevaba treinta años sin ponerme y salgo a ver a Cris y se me da dinero en casa para que salga con una chica. Antes estaba con mi padre en el campo y veo un jardín de flores gigantes cortadas y quiero hacer un vídeo pero es un poco pasar de mi padre que estaba con él en el campo y no sé qué hacer, el caso es que en el monte había flores gigantes y árboles gigantes y sus restos y era imposible no hacer un vídeo increíble...
Y recuerdo que me dicen mis guías espirituales que mi nuevo libro se tiene que titular " Genealogía para disfrazarse" y me acuerdo de Nietzsche y me da mucha risa...¿Por qué siempre ser el hombre oscuro y torturado siempre de pensamiento muy profundo hasta la locura? Afloja un poco, hijo. Disfruta un poco de la vida, chachipirulea por ahí.
El caso es que la japonesa y yo tenemos un problema y acabamos caminando por la carretera de la autopista y casi nos pilla un coche, la ciudad era un pasote pero teníamos un montón de conflictos. Antes había una mujer atractiva y rubia entrada en carnes que me decía: "Te queremos comprender, Jose" y era el Espíritu Femenino que me veía como un taradito. Un poco menos de seriedad, un poco menos de intelecto...jugar a vídeojuegos o algo así ( pero no de miedo)
Ipa de ocho euros, mensaje del cosmos de lo que me vendría bien este finde: poderme ir al Galés, beber pintas buenas de importación, poder beber hasta la una de la mañana. Nada de prostis de Kelogs ni de quedar con amigos (que van a ir a su conveniencia) y simplemente pues divertirme yo solo en un lugar chulo...No puede ser que esté sin dinero, llega el finde y se pasa muy mal, no es ningún día de asueto...realmente no sé si tiene sentido la vida que llevo de estar en la universidad con cincuenta y cuatro años...aunque creo que en diciembre entro en mi año cinco ( de pasar de todo y no ser un psicópata quejoso ni un psicópata afanoso)
Estaba caminando por unas calles desiertas algo nervioso, llevaba un chubasquero gris, luego me pareció que llevaba una chaqueta color crema. Iba de un lado para el otro, sin saber qué hacer muy bien.
Mucho esfuerzo este año cuatro, haber querido ser un guionista y un poeta weird, haber querido ser un artista plástico, más tarde segurata, más tarde Agente Inmobiliario.
Vivía en la urbanización más rara del mundo, creo que era La Cabaña en Madrid y tenía un amigo enano que me decía que teníamos que aprender kárate para defendernos porque vivíamos en tiempos muy convulsos, yo le dije que hice kárate en mi juventud y que llegué a cinturón marrón pero no se lo creía así que busque vídeos de prueba en los archivos y al no existir quise crear uno con inteligencia artificial en el autobús de vuelta para gastarle una broma, total que una chica mulata con sus hijos quiere ser cantante y nos pasa a todos unos carteles por los edificios que eran chalets y era verano y había mucha luz y se quedan dos chicas dormidas en el césped y quiero ligar con una de ellas pero no recuerdo mi correo electrónico y siempre que se lo voy a decir se me olvida alguna cosa pero al final salgo con una mujer rubia y atractiva y mucho y sale todo bien y vamos por ahí de bares mientras yo me hago unos carteles con mi cara porque yo también era un artista de alguna cosa. Me lo estaba pasando piruleta en mi nuevo vecindario.
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