En la zona de marcha para la juventud cuando yo empecé a salir a las zonas de ocio con bares y discotecas, iba con mis walkman, me quedaba paseando y no entraba en ningún sitio. En las verbenas del colegio no había alcohol, se hacían chocolatadas. Era ya en el primer año de instituto cuando tenías contacto con el alcohol pues las copas se servían a menores sin problema en las discotecas, menores que por otra parte no habían tenido nunca acceso a la pornografía ni a internet porque ni lo uno ni lo otro existía en España y que igual les habían explicado que los niños no venían de París hacía un cuarto de hora pero que sin embargo y desde los ocho años ya se tomaban una copita de vino comiendo con sus padres. Pues tendría dieciséis años cuando empecé a tomarme mis primeras copas en la discoteca y yo ya era mayor porque había entrado al cole un año tarde y había repetido un curso pero lo normal es que las discotecas se llenaran los findes de catorceañeros y quinceañeros bebiendo whisky y más ron que un pirata, a los padres les parecía bien que sus hijos bebieran si eran chicos porque el alcohol es cosa de hombres, tampoco veían mal que fumaran sus hijos varones. Las chicas sin embargo no tenían que beber ni fumar y era raro las que lo hacían.
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