Un paquistaní me hacía una entrevista para la televisión en una sala de fiestas abarrotada de gente, yo contesto en inglés y la gente se ríe. Luego veo la entrevista por la tele y entiendo ahora lo que hubiera tenido que contestar, pero ya era tarde. En la sala de fiestas una escritora norteamericana muy famosa, con ella hago unos chistes y chascarrillos sobre su libro que quedan bien, una especie de greguerías...Yo era muy bueno haciendo greguerías: " Unas alpargatas no son sino un par de gatas a los pies" y todo en esta línea y todo éso.
El universo es una simulación y no es real y hay fallos en la Matrix, y en noviembre no quise ver a Karls y un hombre igual que Karls salió en una foto con Doble Eme, pero es que en diciembre me seguía sin apetecer quedar con Karls y un señor igual que Karls salió en una foto con mi amiga Maku. Creo que toda la realidad no es más que un juego que se carga mientras lo jugamos, si no avanzamos no podemos ver qué nos espera en la siguiente pantalla y no son nuestras oraciones ni nuestros pensamientos lo que puede llegar a cambiar el mundo, sino nuestros actos...¿Ves que se hable mucho de arte en la tele? ¡No hay ningún programa! Sin embargo sólo se habla de política para dar poder a los políticos y que así se conviertan en nuestros amos. No se pretende que la belleza sea lo que cambie el mundo sino el dinero y el dinero se va a acabar y los administradores de nuestro dinero que son los políticos ( por éso los vemos tan importantes) también se van a acabar.
Un amigo millonario viene a buscarme en su Lamborghini de asientos marrones tapizados en cuero y monta conmigo atrás una mujer morena de pelo corto con unos quilos de más pero atractiva, de repente hace mucho calor y salimos del coche, la chica corre muy deprisa asustada por algo y el coche ha ido muy deprisa también pero poco tiempo.
Pienso en mi colega de la infancia Julio Alberto y de repente veo un chico de quince años de edad en un concierto de Maluma que era igual que mi amigo Julio Alberto a sus años, recuerdo cuando vi a mi novia desde la ventanilla del autobús empujando un carrito por un descampado pero realmente estaba en Francia. A cualquiera que se le cuente ésto no se lo cree.
Creo que tuve labilidad todo el verano, estuve demasiado subceptible y sensiblón, luego Dios me pidió que fuera mucho más duro ( y austero) y al final la gente hecha polvo va con una máscara por la calle de disimulo y sinceridad mostrando la alegría que no tiene, mostrando la alegría que le falta ( los tiburones huelen la sangre)
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